Lejos está de ser ésta una historia de un patito feo que se transforma gracias a los millones de un príncipe que todo lo que toca lo transforma en oro. Más lejos de ser ese equipo que tiene la fortuna de ver como algún juvenil explota todo su talento y lo guía hacia el éxito. Nada de eso ocurre con el sorprendente Apoel Nicosia, que tras eliminar al poderoso Lyon francés por penales, se convirtió en el primer equipo de Chipre en meterse entre los ocho mejores del torneo.
Apoel 1-0 Lyon por tugagolo
Ante el conjunto de Lisandro López y compañía, los chipriotas -es una manera de decir porque sólo el capitán Constantinos Charalambides es de ese país- golpearon de entrada para recuperarse del 0-1 sufrido en la ciudad francesa hace dos semanas. Y lo hicieron a los nueve minutos, cuando el brasileño Manduca (que llegó al club tras pasar por la Segunda División de Finlandia) aprovechó el desborde de Charambides. Con el empate en la serie que obligaba a tirar desde los doce pasos. De nada sirve contar otra cosa que la emoción del arquero Chiotis -uno de los dos griegos del plantel- tras atajar los dos disparos franceses que sirvieron para que el nombre del APOEL Nicosia sea conocido en todo el mundo.
Conocido por ser un equipo sin estrellas que tiene en sus filas al hermano del Indiecito Solari, Esteban, quien a sus 31 años y tras jugar en Italia, Bélgica, México y España. Un equipo al que nadie tenía en cuenta debido a sus limitaciones de plantel, y sobre todo económicas se metió entre los ocho mejores del torneo de clubes por excelencia.