El Chip Prodigioso. La inolvidable película de Joe Dante
La palabra "chip" es un sustantivo que define a un circuito integrado, montado sobre una placa de silicio, que realiza funciones varias en los ordenadores y dispositivos electrónicos. Popularmente todos tenemos un chip, microscópico, casi invisible, alojado en alguna parte de nuestra sesera, que de alguna u otra manera tratamos de cambiar cuando las cosas no van todo bien que esperábamos. Así mismo podríamos afirmar que es ese hipotético chip el responsable de nuestro comportamiento, de nuestra forma de pensar y actuar, y uno se pregunta donde estará el libro de instrucciones para "resetear" según en que ocasión convenga.Aunque qué quieren que les diga, odio los libros de instrucciones, me ponen nervioso con tantos idiomas diferentes y aquellos jeroglíficos casi intraducibles, convirtiendo lo fácil y sencillo en imposible y exasperante. El menda es más partidario de hacerse a ello con el tiempo, "enreando" que se dice, probando esto ahora, luego lo otro. Así he aprendido poco a poco a usar el lavavajillas y el horno (aunque no todas sus funciones) a manejarme con mi Blackberry, y durante toda mi vida a navegar por la Red.
¡Lavadora humana!
Aunque todo hay que decirlo, mi método no siempre asegura cierto éxito. Recuerdo que pocos días después de emanciparme llegué a la conclusión de que una lavadora no podía ser más lista que yo, y así procedí a mi primera y última colada.Mi novia, no sé cómo, consiguió una orden judicial que me prohíbe estar a menos de un metro de ella (de la lavadora, no de mi novia) y me comunicó que ella afrontaría el esfuerzo extra tildándome a mí a realizar tareas más a tono con mi carácter (creo que me dijo algo de tirar de un carro... sería del de la compra).Les cuento todo esto del chip porque desde hoy trato de cambiarlo, ya que a partir demañana dejo de ser alumno para convertirme en tutorYa va para dos años y medio el día que Ángel Ortiz, director de HOY, me pidió que creara un blog para la plataforma digital de hoy.es. "Desde él podrás escribir siempre que quieras y de lo que tu quieras para los lectores de HOY".Es innegable que aquel encargo fue un acierto y que el director me abrió la puerta de un futuro fascinante. El insignificante problema es que quien suscribe apenas sabía qué era eso de un blog, y prácticamente nada sobre su edición y formato.Tuve que cambiar el chip, aquello no era lo mismo que escribir un artículo. Así que, poco a poco, con valentía casi suicida y sin libro de instrucciones, "enreando", aprendí y aprendo cada día a desenvolverme con soltura por el fascinante mundo bloguero. Y ahora, que voy a impartir un taller de blog literario dentro del programa "Intergeneracionarte" es mi turno para ayudar a jóvenes y mayores a reconducir su chip, a mostrarles que cualquiera que tenga ganas de decirle al mundo cuatro cosas puede hacerlo, y que se puede llegar a ser relevante con un poco de esfuerzo, motivación y cosas que contar.Ese inexistente pero teórico chip general que compartimos los españoles también debería ser susceptible de formateo.Más bien sustituido por uno más acorde a los tiempos que corren. En este país, donde nos ha pillado el toro a base de tropezar en cada suelta de vaquillas sin aprender nada, se vive, se actúa y se piensa casi como en los años sesenta.Parece que no hemos aprendido nada.... nada más que a gastar lo que no tenemos, que eso siempre se nos ha dado muy bien, como la pillería o la famosa picaresca que tan famosos nos ha hecho por los confines del mundo (mundial).
Bender también ha cambiado el chip,
y si no que se lo digan a brillante culo metálico
Seguimos financiando a Partidos Políticos y Sindicatos con dinero público, poniendo cada vez más trabas a los emprendedores y explotando a los jóvenes. Seguimos sin valorar y sin pagar a los artistas consiguiendo que casi ni trabajen gratis. ¡No aprendemos!¡Se acabó! Hay que cambiar el chip. Renovación completa. Ya está bien de aquello del "si te duele la barriga salta parriba" o del "si no hay lo pintas". ¡No a la involución! El que no sea capaz de subirse al tren que se quede en tierra. Claro... que a ver quien es el guapo que diseña y nos inserta el chip. Esa nueva manera de pensar y actuar. Ese chip prodigioso que parece ser el único capaz de reconducirlo todo.
Conmigo ya lo saben… no cuenten para redactar el libro de instrucciones… yo enreando, como siempre. Aprendiendo, reinventándome… cambiando el chip.
Publicado en Diario HOY el 04/11/2012