En días en los que el nerviosismo aumenta, las emociones se suceden y aún retumban los ecos del gol de Vincent Kompany ante el United el pasado lunes, el Manchester City solventó con victoria su penúltimo compromiso liguero de la temporada y quedó a tan solo un paso de la consagración que tanto anhela.
En esta ocasión su victima fue el sorprendente Newcastle, equipo ante el que sufrió más de un contratiempo y al que recién pudo vulnerar en el tramo final del cotejo, gracias a un Yaya Touré que redondeó otra producción individual sublime y convirtió los dos goles que quebraron la paridad (2-0).
Fue difícil porque Newcastle es un buen equipo, pero creo que hemos merecido ganar. Hemos tenido un montón de ocasiones, pero debido a que no pudimos anotar en la primera mitad se nos hizo difícil”.
No otorgó conseciones de ningún tipo el once comandado por Alan Pardew, que en plena puja por acceder a los puestos que dan acceso a la Uefa Champions League saltó al campo confiado en sus posibilidades y planteó una disputa a la que definió la intensidad y el equilibrio, sobre todo.
Imponer condiciones bajo dicho contexto le fue sumamente dificil al City, que lució casi siempre atascado cuando logró hacerse de la iniciativa y solo halló soluciones gracias a David Silva y Touré, quienes frente al poco peso que esta vez tuvieron Sergio Agüero y Carlos Tévez propiciaron las chances de gol más claras que tuvo el equipo.
También tuvo las suyas el Newcastle, que como era de suponer gestó gran parte de sus acciones ofensivas mediante Papiss Cissé y Demba Ba, componentes de una dupla ofensiva que en los últimos meses se ha transformado en una de las más fiables y rendidoras del certamen.
Touré fue importante cada vez que jugó más adelantado, así que decidí hacer el cambio después de los primeros 10 minutos del segundo tiempo”.
Iniciado el complemento, lo que marcó el punto de inflexión e hizo posible que el City encontrara mayor fluidez fue la salida de Samir Nasri y el ingreso de Nigel De Jong, en lo que resultó ser una modificación que aunque en su origen fue defensiva permitió que Touré adelantara su posición y pueda marcar la diferencia.
Fue tal la influencia que tuvo la variante que el primer gol llegó ocho minutos después, a los 70, tras una maniobra en la que el marfileño combinó en las inmediaciones del área grande con Agüero y sacó un remate colocado que dejó sin respuestas a Tim Krul.
El tanto posibilitó el desahogo y la liberación del equipo, que ya en el cierre logró la sentencia definitiva tras un contragolpe iniciado por el “Kun” y seguido por Gael Clichy que Touré finalizó nuevamente de forma extraordinaria.
Dueño de la ya extinta First División en las temporadas 1936/37 y 1967/68, el Manchester City se encuentra muy cerca de una consagración que de concretarse seria histórica. En su estadio y ante su público, solo deberá vencer al Queens Park Rangers y esperar que un Manchester United que hoy derrotó sin ningún tipo de alardes al Swansea (2-0) no firme una goleada antológica ante el Sunderland para lograrlo. Está a solo un paso.