Joel Meza propone:
Agarra la honda: En las películas, cuando el protagonista
es enfrentado con la terrible realidad, no basta con que diga "No, pos
sí..." y se ponga a hacer lo que necesita para corregir el rumbo, como
la gente normal. No, en las películas el héroe debe ser lanzado al agua
(y siempre hay cerca algún cuerpo de agua para tal efecto), donde se
hundirá lentamente en las profundidades, brazos y piernas abiertos,
mientras lo vemos desde abajo (supongo que nosotros caímos primero al
agua) y es entonces que llega esa epifanía, de donde sale, listo para
enfrentar al mundo, renacido. Y mojado, después de agarrar la (h)onda. El año pasado, vimos a Pi darse el chapuzón en Una Aventura Extraordinaria. Este
año le tocó a Kal-El en El Hombre de Acero y esta semana es el turno de
Flint en Lluvia de Hamburguesas 2.