La derrota de la Selección Argentina ante Venezuela y, sobre todo, el nivel demostrado por los hombres dirigidos técnicamente por Alejandro Sabella son síntomas preocupantes de una enfermedad que aqueja a nuestro fútbol desde hace mucho tiempo. Un padecimiento que está enquistado en el ambiente y que parece no poder salir.
A medida que fueron pasando los años los rendimientos de los representativos nacionales disminuyeron considerablemente. Parece que fue hace mucho tiempo cuando Argentina salía a los campos de juego y los rivales temblaban de miedo al ver los colores celeste y blanco. Hoy por hoy, eso ya no sucede. La jerarquía individual de los jugadores es igual o superior a años anteriores, sin embargo no se logra conformar un grupo homogéneo, un equipo.
En consecuencia del nivel evidenciado dentro de las canchas, los resultados negativos también llegaron. Las eliminatorias de Francia 1998 fueron muy similares a las de Brasil 2014 en cuanto a estadísticas. El por entonces elenco de Daniel Passarella había derrotado a Bolivia en Buenos Aires por 3 a 1 (goles de Ariel Ortega en dos oportunidades y Gabriel Batistuta). En el segundo partido, fue derrota en la altura de Ecuador por 2 a 0. Sin embargo, el resultado final de esa clasificación encontró al conjunto nacional como primero con 30 puntos y dando muestras de fútbol ofensivo.
En el camino hacia Corea y Japón 2002, la escuadra de Marcelo Bielsa (que también finalizaría primera) derrotó a Chile por idéntico resultado al de hace pocos días. La victoria fue por 4 a 1 en el Monumental con festejos de Batistuta, con un espectacular tiro libre, Claudio López y un doblete de Juan Sebastián Verón. En tanto, Rodrigo Tello había empatado para la selección Roja también con una pelota parada. En el segundo compromiso de esa eliminatoria fue todo lo contario a lo visto ayer: 4 a 0 a Venezuela en Maracaibo, con anotaciones de Roberto Ayala, Hernán Crespo y Ortega, quien señaló dos veces.
En las Eliminatorias hacia Alemania 2006, en la que Argentina volvió a ser primera, el encuentro inicial fue empate contra los chilenos: el Kily Cristian González y Pablo Aimar marcaron para los locales, mientras que Milovan Mirosevic y Reynaldo Navia hicieron lo propio para los trasandinos. Ya en la segunda cita frente a Venezuela, en Caracas, también fue un contundente triunfo: 3 a 0 gracias a los gritos de César Delgado, Crespo y nuevamente Aimar.
El sendero hacia Sudáfrica 2010 tuvo al sufrimiento como principal protagonista. El prestigio ganado en muchos años de historia comenzó a tirarse por la borda en esa clasificación. A pesar de eso, los dos primeros cotejos del seleccionado conducido hasta el fin de la primera rueda por Alfio Basile fueron victorias por 2 a 0 ante Chile y Venezuela, con grandes actuaciones de Juan Román Riquelme y Lionel Messi.
Las estadísticas y los resultados en varias ocasiones no son el espejo de una realidad. No obstante, en este caso si lo son. Argentina ya no es lo que era, ya no encuentra una identidad para jugar al fútbol y extraña un generador de juego (aún teniendo a Javier Pastore en el banco). La gravedad de este problema seguramente se tomará en cuenta cuando la Selección sufra otro traspié importante. O quizá no.
Datos: RSSSF