El Inter de Porto Alegre dio un gran paso para conquistar la segunda Copa Libertadores de su historia (hasta ahora la única que ostenta en sus vitrinas es la conseguida en el 2006 frente a San Pablo): en la primera final de la edición del 2010 venció, como visitante, a Chivas de Guadalajara por 2-1 en el recientemente inaugurado Estadio Omnilife de Jalisco.
El equipo de Celso Roth no solo logró la victoria en condición de visitante, sino que demostró ser ampliamente superior a las Chivas y mereció ganar por una diferencia aún mayor. El 1-0 parcial a favor del Rebaño Sagrado al término del primer tiempo era un resultado totalmente injusto para los Colorados, que habían tenido las acciones de mayor peligro durante los cuarenta y cinco minutos iniciales.
Desde el pitazo inicial del árbitro argentino Héctor Baldassi, los brasileros demostraron su total superioridad sobre los mexicanos durante los noventa minutos de juego. El Inter salió a presionar bien arriba desde el primer minuto (el delantero Alecsandro era el primer “defensor” interista), a recuperar rápido la pelota con el doble cinco conformado por Guiñazú-Sandro y a hacerla circular con el tridente Taison-D’Alessandro-Giuliano.
El Internacional tuvo su primera chance concreta de gol a los cinco minutos cuando Kléber, lateral izquierdo y una de las principales figuras del Colorado en la tarde/noche mexicana, estrelló un disparo en el palo derecho del arco custodiado por Michael. Minutos más tarde el travesaño salvó a Chivas ya que le impidió a Alecsandro, antes de lesionarse y ser reemplazado por el intrascendente Everton, romper la paridad con un potente tiro libre.
El visitante era muy superior: el tiempista D’Alessandro manejaba los hilos del equipo a gusto y piacere, Kléber y Nei llegaban constántemente al área rival y, cuando el Inter perdía la pelota, se ergía la figura de un magnífico Guiñazú que regó con su sudor el verde césped sintético de Omnilife.
Inter hizo todo bien durante el primer tiempo pero se iba al descanso con un empate que, si bien no era un mal resultado, no reflejaba lo que había sucedido en cancha. Para colmo de males, mientras se disputaba el minuto adicionado por el árbitro argentino, Adolfo Bautista, en la primera y única chance clara de Chivas durante todo el primer tiempo, le dio la ventaja a su equipo con un cabezazo desde la puerta del área que encontró al flojo arquero Renán falto de respuestas para evitar la caída de su arco. Gracias al gol del Bofo, el Rebaño se iba al descanso arriba en el marcador, resultado injusto teniendo en cuenta lo sucedido durante los cuarenta y cinco minutos inciales.
El segundo tiempo fue un calco del primero: Inter manejaba la pelota y los tiempos del partido mientras que los jugadores de Chivas miraban atónitos y sorprendidos el nivel del equipo de Roth. El conjunto brasilero si pudo vencer a Michael en el segundo tiempo y logró dar vuelta el injusto resultado en cuatro minutos: a los 72′ Giuliano, tras un gran centro de Kléber, empató con un testazo al ángulo superior izquierdo. El marcador central Bolívar, cuatro minutos más tarde, marcó el segundo tanto del Inter y estableció el 2-1 final para el equipo brasilero.
Un gran resultado cosecho el conjunto Colorado, a pesar de que los goles de visitante no valen doble en esta instancia final. El 18 de agosto las Chivas deberán visitar el estadio Beira-Rio en busca de dar vuelta el marcador. El Inter se hace fuerte de local pero el conjunto mexicano viene de vencer a la Universidad de Chile como visitante por 2 a 0. ¿Logrará el Inter sostener el resultado y levantar su segunda Copa Libertadores? ¿O las Chivas podrán sorprender en Brasil y lograr su primera conquista en tierras sudamericanas?
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