El pasado 18 de septiembre, tuvo lugar la inauguración de la 63 edición del Festival de Cine de San Sebastián, el lugar escogido para la presentación del esperadísimo trabajo de Alejandro Amenábar, Regresión (Regression), con el que vuelve a las pantallas tras narrar la historia de la gran Hipatia de Alejandría, en Ágora (2009).
Alejandro Amenábar, considerado el director más internacional junto con Pedro Almodóvar de nuestro cine, regresa por sexta vez a la gran pantalla tras años de silencio, los cuáles, para sus fieles seguidores, en los que me incluyo, se han hecho un poco largos, ya que, teníamos muchas ganas de disfrutar, de nuevo, con su cine y, esas ansias por ver su nuevo trabajo pueden convertirse en un arma de doble filo al generar una expectación que hace que, en cada película, se tenga que superar y sorprendernos cada vez más. Un handicap con el que el que todo director de éxito se enfrenta en cada realización, y él no iba a ser menos.
Año 1990, en un pequeño y tranquilo pueblo de Minnesota (EEUU.) en donde nunca pasa nada, una familia desestructurada por la muerte de la madre, por los problemas del alcohol del padre, John Gray (David Dencik) y por la huida del hijo, pasa a ser protagonista cuando la hija, Ángela (Emma Watson) denuncia a su padre por abusos sexuales y se va de casa para refugiarse en la iglesia evangelista en donde suele participar asiduamente. Esta acusación desata una locura e histeria colectiva en el pueblo, ya que, salen a la luz una serie de prácticas relacionadas con una secta satánica, en las que John Gray se ve implicado. El caso recae en el inspector Bruce Kenner (Ethan Hawke) y, cuando el padre confiesa los hechos, aunque no los recuerde, se une al inspector el Dr. Raines (David Thewfis), experto en hipnosis regresiva ¿Conseguirán resolver este diabólico caso marcado por la amnesia, sin dejarse llevar por el miedo, la paranoia colectiva y por la autosugestión?
Amenábar vuelve al género que domina con creces en Regresión, el thriller psicológico con el que nos conquistó en su primera incursión en el cine allá por el año 1996 con Tesis, en Abre los ojos (1997) o en su primer film con reparto internacional, como ocurre en este caso, Los Otros (2001). Un género que domina a la perfección y que recuerda a grandes directores expertos en estas películas.
En esta ocasión y, como ocurrió también en Los Otros (2001), no le acompaña en la creación de la historia su fiel Mateo Gil, que ha sido el encargado de los guiones junto con el director de cuatro de sus seis films.
Dirigida y escrita por el propio Amenábar, en Regresión nos vuelve a deleitar con una historia muy de la actualidad de la época, que engancha al espectador y que entretiene, marcada por una estética que enamora a todo aquel amante del género, consiguiendo una atmósfera perfecta, con un manejo de la cámara que demuestra la fama que le precede y con una fotografía de Daniel Aranyó oscura, que hace que te introduzcas más en la historia y en las vidas grises de los personajes como el del protagonista, el inspector Bruce Kenner, protagonizado por un impecable y creíble Ethan Hawke, un hombre solitario, que se vuelca totalmente en su trabajo olvidando que hay vida después de éste, que se involucra hasta estar la punto de perder la cabeza al dejarse llevar por el miedo y la autosugestión, gracias a la víctima, la tímida y delicada Ángela (Emma Watson), la "heroína" del director en esta historia y con la que, al menos para sus seguidores, hace un guiño al llamarla igual que a su primera protagonista.
Una Emma Watson que se quiere quitar de encima el Sanbenito del papel que le dio la fama en la saga de Harry Potter cambiando de género y metiéndose, por completo, en la piel de Ángela, víctima de los abusos de su padre, invadida por el temor hacia la secta satánica y todas sus prácticas que, al igual que Hawke, realiza un gran trabajo actoral y es creíble en todos los planos en los que aparece.
Ambos protagonistas están acompañados de un elenco de secundarios que engrandecen la historia y, arropados por una música que refuerza aún más la tensión del film, que, a pesar de que es el propio director el que suele crear la banda sonora para sus trabajos, como pasó en Ágora (2009), que delegó la música en el compositor Dario Marianelli, en esta ocasión es el español Roque Baños, del que no me pierdo ninguno de sus trabajos, el encargado de darle la tensión y la emoción necesaria a lo largo del film con sus melodías.
Regresión, definida por "un retroceso en el transcurso de un proceso o acción," que, tal y como se muestra en el último trabajo de Amenábar, dicho viaje hacia el pasado puede ser bastante engañoso y en el que influye mucho la imaginación, que juega un papel importante en cómo recordamos los acontecimientos. Un círculo vicioso que no tiene fin, ya que, como ocurre en la historia, tú crees lo que te cuento y yo creo lo que me dices, y así se forma una película en donde ya no se sabe lo que es verdad porque, nada es lo que parece, y el miedo nos bloquea y nos impide pensar con claridad.
Un film plagada de tópicos del género, no te lo voy a negar, predecible en algunos momentos, si eres seguidor de este tipo de películas, que, pese a lo que se piensen muchos no es una historia de terror, sino de miedo psicológico, de la fragilidad de la mente que, para mi, personalmente es peor porque me genera un "mal rollo", que se engrandece gracias el tema satánico que trata. Un esperado trabajo de Alejandro Amenábar que entretiene y engancha, que te fascina por su estética y por el trabajo actoral y que nos muestra cómo el miedo actúa sobre la sociedad, pero que no me emocionó tanto como me esperaba y que, a pesar de que me gustó, no me dejó huella ni me marcó, eso sí, me dejó claro el gran peligro del poder de la sugestión.
Regresión (Regression). Alejandro Amenábar. España.2015.
- Director: Alejandro Amenábar.
- Guión: Alejandro Amenábar.
- Fotografía: Daniel Aranyó.
- Música: Roque Baños.
- Reparto: Ethan Hawke, Emma Watson, Aaron Ashmore, Devon Bostick, David Thewlis, Dale Dickey, David Dencik.