¿Por qué nuestra libertad está en peligro y cómo salvarla? Hasta la fecha, el occidente de Europa suma siete décadas de democracia o por lo menos es lo que parece, pero es probable que se esté viviendo un proceso de transición en el cual, la democracia y el liberalismo parecen estar acabando con nuestra libertad, esa que supuestamente garantiza la democracia.
Democracias sin derechos y derechos sin democracia. Un planteamiento que llama la atención de este trabajo es la diferencia en el ámbito socioeconómico que existe entre los cuidados y los políticos que lo representan. La práctica de las democracias actuales, un tanto liberal, ha empezado a no poder reconocerse tal y como la conocíamos.
Mediante ejemplos el autor reduce la carga académica/teórica de su trabajo, invitando al lector a reflexionar sobre el hecho de las tendencias autoritarias de algunos gobiernos, los cuales están contando con el apoyo de los ciudadanos. Más llamativo es que un porcentaje considerable de jóvenes, están convencidos en que no es necesario o indispensable vivir en democracia y estos, siguen sumando adeptos por los distintos países llamados democráticos.
Es una buena lectura para introducirse en el debate sobre el por qué hay un auge del populismo de izquierda y de derecha. Los extremos nunca han sido buenos, pero estos, se han dedicado a utilizar técnicas que representan un verdadero peligro para la sociedad actual, pero según el autor, este proceso se puede detener y en sus páginas explica cómo se pudiese hacer.
Nuestro mundo parece haber entrado en ebullición. Varios populismos autoritarios han accedido al poder en países como la India, Polonia o Estados Unidos. Y como aquí nos muestra Yascha Mounk, es muy posible que, de resultas de ello, la democracia misma esté corriendo un grave peligro.
El pueblo contra la democracia es el primer libro que va más allá de la mera descripción del fenómeno del ascenso del populismo. Con un lenguaje claro y llano, describe cómo hemos llegado a esta situación, pero también hacia dónde deberíamos encaminarnos a partir de aquí. Tenemos muy poco tiempo que perder: esta podría ser nuestra última oportunidad de salvar a la democracia.