Hablaremos hoy de un restaurante que sigue el modelo típico de restaurante marinero, de costa, muy tradicional. De los de toda la vida que se han ganado después de muchos años de trabajo una clientela fija a base de cuidar el producto, de respetar los platos tradicionales y de buscar nuevas combinaciones sin perder identidad y de un servicio muy profesional en sala: El Racó del Navegant.
Un restaurante que podríamos encontrar en cualquier pueblo costero, con su pescado fresco, con su marisco, de buena cantidad en las raciones y una estética común de motivos marineros. Nada de paellas congeladas y, por supuesto, nada de adornos no comestibles para rellenar el plato. Pocos días ha hecho este invierno de frío y lluvia, muy pocos, pero el día de nuestra visita fue uno de ellos. Y tienen su encanto, visitar el Puerto de Llavaneres y ver la fuerza de la naturaleza desde la barrera es todo un espectáculo. El clima no nos paró y a ellos menos aún, ya que lo tenían bien acondicionado.Nada más entrar a su terraza climatizada nos encontramos con una exhibición de pescado fresco a la vista. Nos acomodamos en una mesa cercana a la calefacción que ambientaba la carpa y que ese día se agradecía.
Enseguida, mientras miramos la carta nos traen un aperitivo con un vermut casero que era el que ese día servían a todas las mesas. Seguramente una práctica habitual. Vamos mirando la carta, tanto de platos como de vinos que nos indica una buena selección: blancos típicos del país, Verdejos, Albariños, algún Chardonnay y Gewürztraminer; tintos que siguen la misma línea, Cavas y Champagnes. Solo había un rosado, está claro que son vinos poco demandamos, así que nos solidarizamos y fue el elegido para acompañar la comida: Arrayan, Mencía de Toledo.Empezamos con un vistoso tartar de atún. Rojo oscuro casi granate. Un atractivo color que contrastaba con su base verde de aguacate. Muy bien aliñado y bueno de sabor. El producto fresco siempre garantiza el éxito. Continuamos con un plato que pocos se atreven a hacer y los que lo hacen, no siempre aciertan. Aquí no fue el caso y la crema de erizo de mar, servida en su propia cáscara una de las cremas más sabrosas que he probado. Potente sabor a mar, buena textura y atractiva presentación. Una delicia, solo por esto vale la pena la visita. Estamos en Sant Andreu de Llavaneres y en época de guisantes, así que no podían faltar. Una golosina. Dulces y mantecosos acompañados de panceta y butifarra negra y blanca. Seguramente es un fijo de cada temporada El Racó del Navegant para guardar la tradición en su cocina. Un producto que se ha ganado una fama bien merecida. Otro plato hecho con producto de temporada que combina mar y tierra: unas sepietas con alcachofas con una base de romesco consolidaba la buena cocina. Después llega, según nos dicen, el rey de la casa: Mil hojas de bogavante. Un plato característico de su carta, repitiendo la fórmula de mezclar mar y tierra. Las mil hojas son de patata y el bogavante está muy presente, con trozos grandes. Ligan los dos ingredientes con crema de leche, haciendo una especie de “bechamel marinera”. Un sabor muy elegante. Acabamos con lo salado y pasamos al dulce. Un postre clásico aligerado por ser servido como espuma: una buena Crema Catalana y un surtido que compartiremos en pequeñas dosis: Tatin de piña y naranja, tocino de cielo y un buñuelo. Un buen final para una estupenda comida clásica, apetitosa y equilibrada. Basándose lo que la temporada les trae han ido diseñando y perfeccionando sus guisos para hacer de ellos sus especialidades, combinando verduras o setas con pescados y mariscos, sin que falten los típicos arroces marineros. Si a su gran cocina le sumamos el entorno, el puerto de Sant Andreu de Llavaneres, puerto Balis, es el lugar ideal para una buena comida. Nosotros no pudimos disfrutarlo por la lluvia, pero estos días que vienen y en verano merece mucho una visita. Si buscáis “desintoxicaros” algo de los locales hipsters y hacer un poco de limpieza para recuperar algún sabor que otro, El Racó del Navegant es ideal. Por unos 40 Euros por personas comeréis bien, muy bien. Y si preferís, sirven un menú los laborables a mediodía por 20 Euros.