En estos tiempos de comida sana en el que el horno crea un gran protagonismo, a veces me gusta darme un capricho con estas deliciosas empanadillas fritas. Animaos a hacer las empanadillas en casa, no tienen nada que ver con las congeladas y tampoco se tarda tanto.
INGREDIENTES
-un paquete de obleas pequeñas (traen 16)
PREPARACION Bueno, esta receta es un poquitín más elaborada pero merece la pena por lo menos saber hacerlas. El paquete trae 16 obleas y las comemos entre tres para que os hagáis una idea. Lo primero ponemos a freír el tomate. En una cazuela mediana, cuatro cucharadas soperas de aceite, freímos la cebolla picada, el diente de ajo laminado, y cuando esté fritito echamos el tomate. Movemos, ponemos sal, movemos otro poco, y tapamos no del todo moviendo de vez en cuando y bajando el fuego casi al mínimo.Lo dejamos ahí cocinándose una media hora. Ponemos ahora el huevo a cocer a la par que se fríe el tomate. En un cazo lleno de agua ponemos un huevo, y cuando hierva contamos trece minutos y el huevo estará cocido. Lo sacamos del agua, dejamos templar un poco y pelamos. Lo reservamos hasta que el tomate esté cocinado. Una vez que ya tenemos el tomate frito, lo echamos en una fuente y lo dejamos templar. Entonces desmenuzamos el huevo en el tomate que esta vez no lo batimos y añadimos el bonito bien escurrido de su caldo. Lo mezclamos bien y lo dejamos templar pues este relleno tiene que estar frío para poder rellenar bien las empanadillas.
Tengamos en cuenta que una 1/2 h. antes de rellenar las empanadillas tendremos que sacarlas de la nevera porque si no, estarán duras y no se podrán manejar. Y sin abrir el paquete, porque se secan muy rápido. Una vez fría la pasta podremos rellenarlas. Para ello, ponemos una cucharada de postre más o menos en cada oblea,
plegándola con cuidado y sellándola con un tenedor pequeño.
Ponemos aceite a calentar en una sartén pequeña, porque es mejor hondita y pequeña, ya que requiere bastante aceite. Cuando esté bien caliente echamos las empanadillas de tres en tres como mucho, y rápidamente les damos la vuelta. Escurrimos en papel absorbente. Este es el resultado.
Un riquísimo segundo plato o un buen entrante, vosotros elegís!