“En el centro de la tormenta”: Algunos hombres buenos

[6/10] Con Tommy Lee Jones de detective y narrador de su historia, nos adentramos en la espesura de la niebla de la Louisiana que dejó el Katrina para investigar el asesinato de varias jovencitas. Las pesquisas le hacen sospechar de una trama de corrupción y prostitución en la que productores de cine y la misma policía se hayan implicados. Decidido a llegar hasta el fondo de la cuestión, el detective Dave Robicheaux se mete en el ojo de otro huracán del que surgirán nuevos cadáveres y fantasmas, algunos de ellos de su propio pasado y que claman para que la verdad salga a la superficie del pantano de la falsedad.

“En el centro de la tormenta” se presenta como una película que bien podría firmar el Clint Eastwood de sus últimos dramas con asuntos de conciencia y muerte, pero que tiene a Bertrand Tavernier por director. El francés se mueve entre el realismo social de los asesinatos en serie y esa visión personalista sobre un Dave atrapado por demonios interiores desde su juventud, para añadir un puñado de secuencias surrealistas con imágenes de ensoñación que ilustran la ceguera contemporánea. Por momentos, la realidad del presente se confunde con esa película de confederados que se está rodando y también con los recuerdos del atribulado detective… con unos sugerentes paralelismos de violencia física y emocional. Los remordimientos por haber silenciado el atropello de los indefensos, la necesidad de poner fin a tanta mezquindad e intolerancia, la añoranza de otros tiempos donde los ideales nobles prevalecían… son los motores de una historia violenta por la sordidez de su trama pero más por la negrura de un ambiente decadente.

Algo confusa en lo narrativo y en ocasiones demasiado embarullada al jugar entre varios planos estéticos y temporales, el tono introspectivo se impone al social por la espléndida interpretación de Tommy Lee Jones: su rostro ajado y su mirada triste se completan con su buen corazón, para trazar el retrato interior de un hombre cansado de luchar consigo mismo y con la vida, a la vez que nos deja ver un conflicto de conciencia arrastrado durante años y que le asalta de continuo. Su necesidad de exorcizar el pasado citan al General confederado y dan consistencia a la película, mientras que el ambiente cansino y pesimista se consigue a través de la misma música sureña y de la fotografía gris y apagada.

Un diseño de producción adecuado para esta turbia historia de blancos y negros, de poderosos y débiles, donde los lugares devastados en lo material son reflejo de otra decadencia moral que debe ser regenerada, aunque sea con métodos no del todo lícitos. Con subtramas deficientemente ensambladas y algunos giros melodramáticos facilones (accidente de la actriz, flashes del negro encadenado, secuestro de la niña…), la película tiene la fuerza que aporta el personaje de Lee Jones, pues los papeles de John Goodman y de Peter Sarsgaard (productor corrupto y actor de cine borracho) son más propios de la serie televisiva… aunque sus personajes sean intencionadamente superficiales. Al final, hoy como ayer, parece que la violencia emerge a este lado y al otro del pantano, pero lo importante es que la verdad salga a flote y que algunos hombres buenos sigan empeñados en que la justicia prevalezca.

Calificación: 6/10

En las imágenes: Fotogramas de “En el centro de la tormenta”, película distribuida en España por Filmax © 2009 Ithaca Films, Little Bear Productions y TF1 International. Distribuida en España por Filmax. Todos los derechos reservados.