En la resistencia. A las trincheras. Allí nos arroja una y otra vez la vida. Algun@s parece que nacimos para estar allí. Igual nos parieron en una. Es nuestro sitio natural. Zeus nos cría y nosotros nos juntamos con otros resistentes.
No es un espacio elegido. Nuestro carácter no nos deja otra salida. Doblegarse, genuflexión, pasar por el aro, tragar, trepar y retrepar… Hay otras alternativas, pero son para los paridos al otro lado.
En la resistencia hay soñadores, comprometidos, amores de esos que creen que pueden cambiar el mundo, arreglarlo porque tiene arreglo. Y también meros supervivientes, que no luchan por obtener justicia, sino que solamente se defienden de las dentelladas de los abusos de poder, de las direcciones erróneamente enfocadas, de los malos gestores, de los mediocres con cargo.
«Un movimiento de resistencia es un grupo o conjunto de grupos dedicados a oponerse a un invasor en un país ocupado o a un gobierno de un Estado soberano»
Wikipedia
En la resistencia hay muerte. El pronóstico no es muy halagüeño. Pero hasta que llega el beso de la dama negra, en la resistencia hay amigos, hay compañeros, hay ilusión de justicia, hay solidaridad, hay calor, hay creatividad, hay inteligencia, hay buen rollo, hay sonrisa después de la hostia, hay corazones. Va por vosotros, resistentes. Estoy viendo a Michael Donovan ;-)