FICHA TÉCNICA
Dirección: Scott Hicks
Producción: Denise Di Novi, Kevin McCormick
Guion: Will Fetters, basado en la novela mismo nombre de Nicholas Sparks
Dirección de fotografía: Alan Kivilo
Montaje: Scott Gray
Diseño de producción: Barbara Ling
Música: Mark Isham
FICHA ARTÍSTICA
Logan Thibault: Zac Efron
Beth Green: Taylor Schilling
Ellie Green: Blythe Danner
Ben: Riley Thomas Stewart
Keith Clayton: Jay R. Ferguson
Argumento:
El sargento de los marines de los EE.UU. Logan Thibault vuelve tras su tercera misión en Irak con un objeto que cree que le ha salvado la vida: una fotografía que encontró y en la que aparece una desconocida. Cuando descubre cómo se llama y dónde vive, se planta en su puerta y termina trabajando en el centro para perros que regenta su familia. A pesar de la desconfianza inicial de ésta y todos los problemas que tiene en la vida, surge un romance entre ellos, lo que hacer creer a Logan que Beth puede ser mucho más que su amuleto.

No nos vamos a engañar, es Nicholas Sparks el que está detrás de todo con su novela, así que si te gustó El diario de Noa, Querido John y Mensaje en una botella, te va a gustar Cuando te encuentre, The lucky one en su título original, algo más acertado dado que el marine interpretado por Efron se salva dos veces de la muerte. Y suponemos que la tercera es en espíritu cuando se enamora de Beth, por ponerme romántica.
Zac como marine no cuela, demasiado equipaje a cuestas con High School y demasiada cara de niño, y además de niño bueno, por lo que de ir atormentado no se le da bien del todo, pero bueno, le reconocemos el esfuerzo y que además demuestra talentos en la peli, sólo le falta cantar; y también que tiene química con Taylor, los ojitos tiernos están presentes desde el primer segundo que se ven.

Si hay algo de lo que peca la película es que los buenos son muy buenos -Efron-, los malos muy malos -Jay R. Ferguson, aunque todo malo es redimible-, y las tontas son muy tontas – Taylor Schilling, por dejarse mangonear de esa manera-. Y ya de paso, la evolución que sufre el personaje de Taylor en un momento dado es poco creíble, en apenas unas horas le sale el carácter que le faltaba, no sé a vosotros, pero a mí las cosas meditadas me salen mejor.
No hay sorpresas de guion de última hora y técnicamente, la fotografía por ejemplo, ayuda a crear ese aura de romanticismo allá por donde va con tanto paisaje y tonos dorados de atardeceres. Al final es lo que es, una cinta romántica, de esas en las que si persigues y luchas por lo que quieres lo consigues y si no se comen perdices es porque está anticuado, ahora les vale con un algodón de azúcar o una par de frases dulzonas y ya está, que estamos en crisis y en el amor también hay que ahorrar. Como las entradas del cine en ocasiones…
