En profundidad: Detrás de las paredes

FICHA TÉCNICA

Dirección: Jim Sheridan

Producción: James G. Robinson, David Robinson, Daniel Bobker, Ehren Kruger

Producción ejecutiva: Rick Nicita, Mike Drake

Guión: David Loucka

Dirección de fotografía: Caleb Deschanel

Diseño de producción: Carol Spier

Diseño de vestuario: Delphine White

Montaje: Glen Scantlebury, Barbara Tulliver

Música: John Debney

FICHA ARTÍSTICA

Will Atenton: Daniel Craig

Ann Patterson: Naomi Watts

Libby: Rachel Weisz

Jack Patterson: Marton Csokas

Boyce: Elias Koteas

Dra. Greeley: Jane Alexander

Argumento:

Will Atenton, un editor de gran éxito, abandona su trabajo, un puesto con mucho poder en Manhattan, para irse a vivir con su mujer, Libby, y sus dos hijas a un pintoresco pueblo de Nueva Inglaterra. Pero cuando se empiezan a acostumbrar a su nueva vida, descubren que su perfecta casa ha sido el escenario del asesinato de una madre y sus hijos. Y todo el pueblo piensa que el crimen fue cometido por el marido, el único superviviente.

Cuando Will comienza a investigar, no está seguro de si está empezando a ver fantasmas o es que la trágica historia le resulta demasiado cercana. Las únicas pistas provienen de Ann Patterson, una misteriosa vecina que conocía a los desaparecidos. Mientras Will y Ann van encajando las piezas del inquietante puzzle, tienen que descubrir quién asesinó a la familia en la casa de ensueño de Will antes de que vuelva a matar.

Detrás de las paredes se vende como un thriller, y realmente estamos ante un drama familiar con toques de thriller, ese posiblemente sea el primer fallo de la película. Crea unas expectativas que luego no cumple y ni siquiera el reparto consigue salvar lo que vemos en pantalla.

Jim Sheridan reniega de la cinta y en ocasiones no nos extraña, puesto que el giro final para explicar realmente todo lo que está ocurriendo hace que se desinfle del todo. Porque aunque empieza bien, la trama va perdiendo fuerza y desde luego, cordura.

Como decíamos, el reparto no convence. A pesar de tener a tres grandes estrellas en el cartel, los personajes están tan perdidos que parece que no saben ni lo que hacen ni dónde se encuentran. Lo que no hace sino aumentar la confusión en el espectador ante lo que está viendo, por lo menos es rescatable la química que tienen Weisz y Craig, más que nada porque tiene pinta de que se forjó ahí su historia.

En definitiva, demasiada previsión y un montaje tan mal realizado que no sorprende ni la poca promoción que ha tenido por parte del director y los actores.