En profundidad: El hombre sin pasado

FICHA TÉCNICA

Dirección: Lee Jeong-beom

Guion: Lee Jeong-beom

Producción: Lee Tae hun

Música: Shim Hyun-jung

Dirección de fotografía: Lee Tae-yoon

Montaje: Kim Sang-bum

Diseño de producción: Yang Hong-sam

Vestuario: Jang Ju-hee

FICHA ARTÍSTICA

Cha Tae-shik: Won Bin

Jung So-mi: Kim Sae-ron

Man seok: Kim Hee-won

Sr. Oh: Song Young-chang

Chi-gon: Kim Tae-hoon

Ramrowan: Thanayong Wongtrakul

Hyo-jeong: Kim Hyo-seo

Argumento:

Tae-shik es un prestamista que vive sólo en un edificio donde su única amiga es So-mi, la hija de 10 años de su vecina que trabaja como bailarina exótica. Un día ésta comete el error de robar un paquete de droga a unos mafiosos y esconderlo en casa de Tae-shik. Al descubrirlo, los mafiosos destrozan su casa y secuestran a la niña y a la madre, obligando a Tae-shik a hacer una peligrosa entrega para ellos. Pero lo que éstos no imaginan es el oscuro y violento pasado de Tae-shik, y el infierno que desatará a su paso con tal de liberar a su joven amiga.

Los coreanos (del sur) saben hacer cine y una vez más lo demuestran con esta cinta. El hombre sin pasado tiene mucha violencia, y bastante explítica, por lo que puede enganchar a los fans de este tipo de películas; tiene ternura, encarnada en la joven actriz Kim Sae-ron, que es absolutamente adorable. La niña promete y con razón. Y luego ya en el aspecto técnico, el ritmo, la fotografía y la historia, hace que uno se enganche.

Todo el trabajo está englobado además bajo una buena dirección, una banda sonora acorde a lo que vemos en pantalla y un reparto, en el que aunque destacamos a la pequeña de la casa, Won bin tampoco se queda atrás en su papel de prestamista solitario transformado en vengador paternal.

La película tampoco deja de lado el humor, encarnado precisamente por la niña, y en ocasiones por la presencia del protagonista con ese pelo a lo personaje inanimado, dándole un aire misterioso y de manga/anime, todos esos toques para que no todo sea ni tan dramático ni exclusivamente un thriller funcionan narrativamente y no te sacan de la historia en ningún momento.

En su país de origen fue la cinta más vista, por seis millones de personas y tanta gente no puede estar equivocada. A pesar de su excesiva duración -algo bastante común en las surcoreanas-, merece un visionado, aunque si sois fans de otros films que nos han llegado desde allí, ni debería tener que intentar convenceros. Para todos los demás, es una oportunidad de ver cine bien hecho, que no abunda.