En profundidad: Tierra prometida

FICHA TÉCNICA

Dirección: Gus Van Sant

Guion: Matt Damon, John Krasinski; basado en un argumento de Dave Eggers

Producción: Matt Damon, John Krasinski, Chris Moore

Música: Danny Elfman

Dirección de fotografía: Linus Sandgren

Montaje: Billy Rich

Diseño de producción: Daniel B. Clancy

Vestuario: Juliet Polcsa

FICHA ARTÍSTICA

Steve Butler: Matt Damon

Dustin Noble: John Krasinski

Sue Thomason: Frances McDormand

Alice: Rosemarie DeWitt

Jeff Dennon: Scoot McNairy

Rob: Titus Welliver

Frank Yates: Hal Holbrook

Argumento:

Steve y su compañera de trabajo Sue Thomason llegan a McKinley, un pueblo duramente golpeado por la crisis financiera de los últimos años. Los dos representantes están convencidos de que los habitantes de McKinley estarán encantados de aceptar la oferta de su empresa a cambio de dejarles perforar pozos en sus granjas. Lo que en principio iba a ser un trabajo fácil y una estancia corta se complica profesionalmente cuando el respetado profesor de instituto Frank Yates reúne a los habitantes para explicarles de qué se trata, y personalmente cuando Steve conoce a Alice. Pero las cosas se ponen mucho peor con la llegada del ecologista Dustin Noble.

¿Me quieren comprar la tierra? ¿Por cuánto? Así pueblo tras pueblo, la gente de Global cuenta lo beneficioso que es su empresa y el gas y lo ricos que se harán en el pueblo. Pero McKinley no es igual que el resto de los pueblos, cuenta con una voz que se alza más que el resto y advierte de peligros medioambientales y de que no es oro todo lo que reluce.

Lo cierto es que con la ecología y las engañifas empresariales de fondo, tenemos una historia de un protagonista rural reconvertido en urbanita que se reencuentra a sí mismo y a sus orígenes gracias a las penurias que ha de pasar en el pueblo para conseguir que su trabajo sirva para algo.

Para ello tenemos a Matt Damon, correcto y en su sitio, posiblemente otro actor no hubiera colado tanto como rural. Acompañado de una Frances McDormand muy natural y muy genuina y del propio John Krasinski, co-guionista con Damon, empeñado en hacernos creer en la ecología.

La historia en sí no es que sea nada del otro mundo o llamativa, pero Gus Van Sant dirige de una manera correcta, sin demasiados artificios  y le da cierto toque que hace que no nos aburramos excesivamente, aunque sí que es cierto que a pesar de todos los grandes nombres que hay en el reparto o tras la dirección, no hacen de esta cinta algo excepcional o brillante, sino más bien del montón.

Lo que está claro es que eso de la tierra prometida no existe y al final si la encontramos, es porque nosotros mismos nos vemos en ella. Introspectiva ecológica, natural o vuelta a la sencillez, llamémoslo X.