Revista Arte
Ajnatón y NefertitiLa estatua en piedra caliza policromada de Ajnatón, soberano de Egipto durante el periodo Amarna (c. 1350-1334 a.C.), y su esposa Nefertiti, muestra el interés del arte egipcio de este momento por el presente, más que por la otra vida o el más allá, creando un estilo escultórico más naturalista, que aunque mantiene la posición frontal no idealiza sus representaciones.
Entre las esculturas egipcias más antiguas se cuenta un fragmento de pizarra tallado en bajorrelieve, conocido como la Paleta del rey Narmer (3100 a.C., Museo de El Cairo), que rememora la victoria del Alto sobre el Bajo Egipto. En ella aparecen representados faraones, ejércitos, sirvientes y diversos animales. Los faraones fueron también motivo de representaciones conmemorativas con magníficas estatuas a tamaño natural, que se ubicaron en tumbas y templos funerarios (véase Arte y arquitectura de Egipto). Estas esculturas no eran auténticos retratos sino representaciones idealizadas, con rasgos predeterminados y mirada al frente, siempre se les representaba en una pose frontal. El cuerpo recibía un tratamiento marcadamente geométrico, con hombros y pecho planos que recuerdan la forma de un triángulo invertido, como se aprecia en una escultura de diorita tallada del faraón Kefrén (c. 2530 a.C., Museo de El Cairo). Durante el reinado de Ajnatón se alcanzó un mayor naturalismo, como puede apreciarse en el exquisito busto pintado en piedra caliza de la reina Nefertiti (c. 1365 a.C., Museo de Berlín).