Hulk de Bruce Jones, John Romita Jr., Lee Weeks, Stuart Inmonen, Mike Deodato, Leandro Fernández y Doug Braithwaite (Incredible Hulk vol.1 34 al 76 USA, 2002-2004).
Da comienzo una nueva sección dentro de mi andadura en la web Nuestros Cómics. Si mi anterior sección, Clásicos de Culto (que seguirá semanalmente) se ha centrado en presentar cómics que puede que no sean tan famosos como deberían y que merecen muy mucho la pena, esta nueva sección comparte la misma premisa, pero centrada en personajes famosos. Es decir, lo que quiero, es hablar y recomendar etapas de los grandes personajes del cómic americano (Hulk, Spiderman, X-Men, Batman, Superman, etc…) que puede que hayan pasado algo desapercibidas dentro del maremagnum de series y colecciones que se publican mensualmente y que creo deben ser reconocidas en su justa medida. Y el primer elegido para esta nueva sección es Hulk y la etapa del veterano guionista Bruce Jones.
Empezar con Hulk es curioso, porque de todos los grandes personajes clásicos de la Marvel, es quizá el que peor fortuna ha tenido siempre en cuestión de éxito popular. Una colección tan incomprendida como su personaje, que hasta que Peter David no entró en su vida, no pasaba de ser una mole de músculos sin cerebro, un Dr. Jekyll y Mr. Hyde de brocha gorda. Pero Peter David le dio profundidad y removió los cimientos del personaje en una etapa tan importante para el personaje como lo fue para Los 4F la época de Byrne o Walter Simonson para Thor. Un punto y aparte y algo peor, que con su marcha quedaba la sensación de que era imposible hacer algo novedoso con él.
Tras un Joe Casey poco inspirado y un John Byrne aún menos, la colección tuvo un breve momento de gloria con la llegada del guionista Paul Jenkins, que realizó una memorable saga “Los Perros de la Guerra”, pero que como es habitual en el guionista inglés, fue languideciendo poco a poco.
Pero en 2002, Axel Alonso, ex-editor de la línea Vertigo y el hombre que puso a Grant Morrison al frente de los X-Men en ese mismo año, decidió entregar el destino de Bruce Banner a un veterano guionista de cómics en los años 70, curtido en la editorial Warren pero que ya había trabajado en Marvel guionizando a Ka-Zar y algo de Conan, Bruce Jones. Jones había desaparecido del mundo del cómic en los 80 y 90, más involucrado como guionista televisivo. Y ese enfoque es el que trajo a la colección del Goliat Esmeralda.
Jones, basándose en la estructura de “El Fugitivo” que tenía el serial setentero de Huk, pone desde el primer momento a Banner a la carrera, fugitivo perseguido por el asesinato supuesto de un niño, Rick Meyers, a manos de su alter ego Hulk. Esta estructura facilita que Jones dentro de una trama amplísima que abarcó tres años y medio, introduzca historias episódicas que pueden leerse individualmente pero que leídas todas juntas hacen ver y entender el gran mosaico de intriga que Jones planeó para la colección.
Porque Jones no da puntada sin hilo. Desde el primer momento de una trama que más parece al principio 100 Balas de Azzarello y Risso (casualmente el editor de la misma fue Axel Alonso) que un tebeo de superhéroes al uso, donde el mismo Hulk tiene un papel meramente secundario, Jones engarza con habilidad mil y un misterios (la identidad de Mr Blue, la organización que persigue a Hulk, los motivos de la misma, agentes secretos que mueren y resucitan sin razón aparente) llenando las páginas de la obra de un plantel de secundarios espléndido. Desde los ya conocidos Doc Samson, a reapariciones inesperadas como la de Betty Banner o el papel preponderante de personajes infrautilizados como la mujer de la Abominación, Nadia Blonsky a personajes de nueva aparición como Sandra Verdugo o el oscuro agente Pratt. Todos ellos entrelazados los unos con los otros en una trama que está impregnada de traición, sexualidad y puro pesimismo.
Porque el serial de Bruce Jones es pura serie negra en sus primeros veinte capítulos. Posteriormente, a partir del número 55, por imperativos editoriales, el personaje de Hulk comienza a tomar más protagonismo y la aparición de villanos clásicos (El Hombre Absorbente y la Abominación) o superhéroes (Iron Man) empiezan a preponderar. La decisión es positiva en historias como la del Hombre Absorbente (seis números que engloban algunos de los mejores episodios de la colección, gracias al giro terrorífico que da Jones al Hombre Absorbente) o la posterior saga de la Abominación, que trae al frente a Nadia Blomsky, uno de los grandes aciertos y personajes de esta etapa, fundamental para el destino trágico y fatalista que tiene esta etapa de la colección. Puntos negativos, la saga con Iron Man, uno de los puntos más bajos de la colección, casi al final de la etapa de Jones al que se le ve ya algo cansado.
Porque la fascinante trama principal que queda casi resuelta en la última gran saga de la colección, “Discrepancias” (Incredible Hulk 60 al 65) solo deja un cabo suelto, que es quién está detrás de toda la trama conspiratoria. La respuesta, respondida en los dos números finales de la etapa Jones, deja un pequeño mal sabor de boca, ya que debido a imperativos editoriales el enemigo detrás de toda la trama es un viejo conocido de Hulk, algo demasiado tópico para una época diferente en Hulk. He de decir que Jones capea el temporal como el profesional consumado que es, y da una explicación lógica y coherente con todo lo contado desde el principio de su etapa.
Pero es un pequeño pero para una etapa que es la mejor del personaje junto a la de David. Podría decir que es superior incluso a esta última, pero en favor de David hay que decir que sin ella, no existiría la de Jones y que David en diez años tuvo momentos mejores y peores y que también tuvo que capear con intrusismos editoriales. Digamos que es la segunda mejor, gracias también a un elenco de dibujantes a cual mejor, desde el gran Romita Jr. a un mejoradísimo Deodato o autores como el siempre infravalorado Lee Weeks, un profesional como la copa de un pino, elegante como pocos y el para mi mejor dibujante de toda la etapa, Leandro Fernandez, que con su estilo heredero de Risso, entrega las mejores páginas de toda la colección.
Su publicación en España corresponde a dos editoriales, Forum y Panini. Forum publicó 11 números dobles y en tamaño línea Ultimate que contenía desde el número 34 al 54 USA). La colección apareció desde Noviembre de 2003 hasta septiembre de 2004. Forum la canceló sin explicación, aunque también es verdad que cuatro meses después Panini comenzó a publicar Marvel en España. La edición de lo que quedaba de etapa, la publicó Panini en 5 tomos recopilatorios con una relación calidad precio muy buena y que contenía desde el 55 al 76 USA, final de la época Jones) entre 2005 y 2006. Posteriormente, Panini publicó un Besti Of Marvel con la primera saga de la colección dibujada por Romita Jr. (34 al 39 USA). El poco éxito del formato hizo que no se publicaran más tomos.
Pero ahora es un buen momento para que se haga justicia a esta etapa, la última buena del personaje, tras las horribles etapas de Greg Pak o el irregular Jeph Loeb. Una etapa valiente, original y única que bien se merece un buen o dos buenos pares de tomos para que todos podamos disfrutarla en una edición única.
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