Hoy en día es indiscutible que el mejor fútbol está en Europa. Podrá ser más emocionante, sorpresivo y parejo de este lado del Atlántico, pero los mejores están allá, seguramente por cuestiones económicas.
Carlos Tevez abandonó el Corinthians luego de ser campeón y figura del Timao, para jugar en West Ham (2006). Estuvo en el Manchester United y en 2009 cambió al City a cambio de 35 millones de euros.
Alexandre Pato aterrizó en 2007, tras ser campeón del Mundial de Clubes con Internacional de Porto Alegre y destacarse por su habilidad y velocidad. El Milan pagó 22 millones de euros para contar con sus servicios. Sólo tiene 21 años.
Luis Suárez llegó a Europa en el 2006, al Groning de Holanda. Allí cumplió una gran temporada y fue comprado por el Ajax en 7,5 millones de euros cuando apenas tenía veinte años. A pesar de su juventud, se convirtió en capitán y referente del club, hasta que en este mercado de invierno se mudó al Liverpool, para suplir al Niño Torres por 26 millones de euros.
Entre los tres hay diferentes matices como la edad, la trayectoria e incluso, ciertas características. Sin embargo, hay algo que los une. Son sudamericanos, delanteros, habilidosos, encaradores y grandes esperanzas de sus países, que dejaron América con la valija llena de expectativas. Tras varios años de jugar allí, -pero sobre todo en los últimos meses- han variado su juego.
Si la RAE lo permite, se “europeizaron”. Se convirtieron en delanteros por el centro (falsos o no tan falsos nueves), aumentaron su masa muscular y perdieron la cintura de su inicio. Pasaron a cumplir una función específica dentro del equipo y tomaron características más adecuadas al fútbol donde están. Pero son tan poco individualistas que dejaron de ser decisivos, capaces de ganar partidos solos.
Italia e Inglaterra son dos ligas donde fundamentalmente se prioriza el físico. Los centrales ponen las reglas del juego y los “livianitos” no tienen demasiado futuro. Es tal la rudeza, que ellos siguen siendo hábiles. Sus metamorfosis los benefició: Carlitos terminó goleador de la Premier League, Pato campeón y Suárez estandarte de la remontada final del Liverpool.
En sus respectivas selecciones la historia es diferente y a los tres esta Copa América les está costando muchísimo alcanzar su nivel. Como excepción, Suárez tuvo un gran Mundial y Tevez marcó dos goles en Octavos de Final. El uruguayo gritó en este certamen ante Perú y Alexandre Pato lo hizo frente a Ecuador ayer por la noche. Picó a las espaldas del primer central y concretó de cabeza como un nueve de alma. Tevez continúa virgen.
El cambio de un estilo y otro es muy brusco. Pese a que la mayoría de sus compañeros juegan en Europa, los rivales y los entrenadores son casi todos de acá. Las características del fútbol americano (¡a lo que hemos llegado!) se mantienen y siguen siendo más influyentes que las de Europa. La potencia, el choque y el coraje sobran en estas tierras y los delanteros deberían justamente, hacer lo contrario: clarificar, definir.
Los cuartos de final y lo que queda de la Copa serán excelentes pruebas para estos cracks. Desde el banco o desde adentro deberán elegir qué cualidades poner al servicio de su equipo para que el mejor fútbol vuelva como en los viejos tiempos, al otro lado del Atlántico.