Siempre me alegra saber que la oferta de vinos argentinos sigue creciendo por estas tierras. Y más aún cuando son vinos que se salen del estándar ya conocido del emblemático puro Malbec. No es mi deseo que esta variedad deje de ser una marca de calidad registrada para mi querido país. Solo considero oportuno invitarlos a descubrir y dejarse seducir por vinos argentinos diferentes, elaborados en corte o de otras cepas. En una variada propuesta se encuentra una riqueza escondida e infinita.Con gran placer he degustado estos dos vinos de Finca Agostino, bodega cuya historia entrecruza Argentina y Canadá. Sus propietarios son cuatro hermanos de origen italiano que vivieron su infancia en Mendoza y que luego emigraron en los años 60 a Montreal. Se prometieron regresar y honorar a su abuelo y sus tierras, y así nació esta bodega ubicada en las barrancas de Maipú. Desde hace poco tiempo, dos de sus etiquetas están disponibles en las góndolas de la SAQ. Un blanco y un tinto, dos bivariatelas de carácter genuino, versátiles, frescos y generosos. Bonne dégustation!
Agostino Finca 2014Chardonnay – ViognierMaipú – MendozaPrecio SAQ: $ 19,95Un gran vino blanco que ha cautivado mi paladar. Ya en nariz nos ofrece un bouquet intenso de frutas tropicales, con algunas notas sutiles de vainilla, que es muy agradable y persistente. En boca nos envuelve con un cuerpo generoso, frutado y refrescante. Una fermentación malo láctica durante seis meses en barrica le ha aportado esa untuosidad elegante que lo convierte en un vino blanco de calidad. La Chardonnay y la Viognier se combinan con una gran destreza y versatilidad, ofreciéndonos un vino delicioso, fácil de beber y difícil de olvidar. Solo o para acompañar una comida, es un blanco con personalidad.
Agostino Finca 2014Syrah – MalbecMaipu – MendozaPrecio SAQ: $ 19,95Este bivarietal Malbec – Syrah es a mi parecer un vino de carácter joven y evolucionado al mismo tiempo, frutado y refrescante en iguales proporciones, delicado pero intenso. Sus notas especiadas de Syrah aportan aromas frescos y envolventes, mientras que del malbec podemos sentir las notas de ciruela madura, violetas y cerezas. Con un ataque suave y redondo, es un vino de taninos finos, equilibrado y de intensidad media. Perduran sus notas de frutos maduros y posee un final amable que nos deja una sensación de querer ir por más. Un vino tinto delicado que acompaño a la perfección uno de los platos argentinos por excelencia: ¡un lomo asado! (MLF)