Tras unas semanas de tranquilidad bloguera, va siendo hora de retomar la normalidad y seguir publicando recetas. La de hoy es un clásico adaptado al mundo singlu y adaptado también, de forma opcional, a mi gusto por el contraste dulce/salado (haciendo la versión salada). Además no quería utilizar mixes comerciales, así que, después de varias probaturas, he de decir que la textura conseguida para este tipo de estas galletas es ideal. Para mí diré que es perfecta, pero eso es algo subjetivo y hasta que no las hagáis no lo vais a poder comprobar. :)
Ingredientes:
200g mascarpone
100g mantequilla
1 cta. pasta de vainilla marca apta
80g azúcar moreno
100g almidón de mandioca agrio
50g maizena
50g harina de arroz
50g harina de trigo sarraceno Bauckhof
Sal para espolvorear por encima de cada galleta (en la versión salada)
Elaboración:
1) Se mezcla todo, menos el azúcar y la sal, hasta obtener una mezcla homogénea.
2) Se deja enfriar la masa en la nevera hasta que se pueda extender sin que se pegue en exceso.
3) Poner la masa entre dos pliegos de papel de horno y extender con forma de rectángulo.
4) Espolvorear sobre la superficie el azúcar moreno.
5) Enrollar formando un rulo, como de un brazo gitano se tratara.
6) Llevar a enfriar a la nevera nuevamente, unos 20 minutos.
7) Cortar el rulo a rodajitas como de medio centímetro, o poco más.
8) Dejar las galletas tal cual, para la versión dulce o espolvorear con sal para la versión salada.
9) Hornear unos 20 minutos, o hasta que estén doradas, a 200ºC.
10) Dejar enfriar sobre una rejilla.... y ¡a disfrutar!
Si dulces están buenísimas saladas están de pecado: recuerdan a las galletitas saladas de aperitivo que empiezas a comer y no puedes dejar de hacerlo.
NOTA: La versión dulce no es muy muy dulce. Y aunque para mí así están ideales, si sois muy golosos igual os gustan más espolvoreando más azúcar por encima de cada galleta antes de hornearlas.
Animaos a probarlas. Son con diferencia las galletas que más me gustan de todas las que he podido comer conglu y singlu. :)