Ingredientes 50 gr de queso cheddar50 gr de queso parmesano100 gr de mantequilla 150 gr de harina1 yema de huevo2 cucharas de romero2 cucharadas de aguaUna pizca de sal
Una cucharada de semillas de amapola
- Derretimos la mantequilla al baño maría.
- Trituramos muy bien en el mortero en el romero, y quitamos los "palitos" que queden.
- Cernemos la harina en un cuenco y la mezclamos con la mantequilla, añadimos los quesos rallados, el romero, la yema de huevo, la sal y el agua y amasamos. Deben quedar muy bien unidos todos los ingredientes, así que trabájelos con paciencia. (Utilice un tenedor, por ejemplo, y si los quesos no se unen bien ponga la mezcla unos minutos a un baño María suave).
- Una vez bien amalgamada la mezcla la metemos en el frigorífico durante unos 20 o 30 minutos.
- Precalentamos ahora el horno a 180º y con un rodillo estiramos la masa entre dos hojas de papel film hasta conseguir una lámina de medio centímetro (más o menos) de espesor.
- Con ayuda de un cortapastas vamos cortando las galletas y las colocamos en una fuente de horno sobre papel sulfurizado. Repetimos la operación hasta acabar la masa.
- Espolvoremamos con las semillas de amapola y horneamos durante unos 20 minutos o hasta que estén doradas. Ojo que no se quemen.
- Sacamos las galletas del horno y las colocamos en una rejilla para que pierdan la humedad. Esperamos que se enfríen y ya podemos disfrutarlas.