Cuando el frío asoma por la ventana, lo primero que hago es poner legumbres en remojo y preparar uno de esos guisos a fuego lento que tanto me gustan y que con el calor que hace casi todo el año en Murcia, no puedo disfrutar tanto como me gustaría. Uno de esos guisos que reconfortan el cuerpo y el alma y dejan a uno con unas ganas tremendas de taparse en el sofá con una manta y cerrar un rato los ojos. Vamos con la receta reconfortante para los primeros días de frío.
INGREDIENTES
350 gr. de garbanzos en remojo la noche antes.
Un buen puñado de níscalos.
100 ml. de vino blanco.
1 litro de caldo de verduras casero.
1 cebolla.
2 tomates maduros.
1 cucharadita de pimentón dulce.
1 hoja de laurel.
Tomillo.
Perejil.
Sal y pimienta al gusto.
- Ponemos una olla al fuego con abundante agua, el laurel y cocinamos los garbanzos unos 40 min o hasta que veamos que quedan blandos. Mientras picamos muy fina la cebolla y pelamos, despepitamos y picamos los tomates. Limpiamos los níscalos con un poco de papel humedecido pero sin llegar a lavarlos. Los que son muy grandes los troceamos.
- En una cacerola, ponemos un poco de aceite de oliva y salteamos la cebolla. Cuando comience a dorarse, añadimos el tomate y seguimos cocinando hasta que veamos que comienza a freírse. Añadimos entonces el pimentón, los níscalos y mezclamos bien. Seguimos cocinando unos minutos.
- Añadimos los garbanzos escurridos y mezclamos bien. Cubrimos con el vino blanco, removemos y dejamos que reduzca. Cubrimos con el caldo, salpimentamos y dejamos cocinar unos 15 min. Añadimos el perejil picado, el tomillo y cocinamos unos minutos más. Apagamos el fuego y dejamos reposar hasta el momento de tomar.
Uno de esos platos sencillos y que me gusta preparar de un día para otro, para dejar que con el mismo calor se termine de cocinar, los sabores se mezclen bien y la salsa espese. Os aseguro que el resultado de esa salsita espesa bien merece la espera de tomarlo.
He de decir que no soy muy amante ni del frío ni del otoño, eso si, los productos de esa temporada me encantan, las castañas y calabazas, como no, las setas, y la verdad es que espero todo el año ese momento en que los encuentro en el mercado y empiezo a preparar todas esas recetas que me encantan cocinar con esta seta, recordáis el estofado de níscalos? Se me hace la boca agua de pensarlo!
Si el plato os queda con un poco de caldo de más, os recomiendo añadir un puñado de macarrones antes de servirlo, os podéis imaginar lo sabrosos que quedan. Otro toque que le podéis dar es añadir a la vez que el resto de hierbas, una ramita de hierbabuena, el toque aromático es increíble.
Como os decía, una de esas recetas para que el cuerpo entre en calor de la manera más sabrosa que os podéis imaginar. Una receta muy recomendable que he adaptado del blog Gastronomía y Cia. Espero que os guste.