Que el Piloto de Parenthood no me gustó nada no es ningún secreto. Que estuvo a punto de convertirse en la primera serie que abanadonaba en mi vida, no es un secreto. Que fueron los últimos 10 minutos de su segundo episodio los que me hicieron darle una segunda oportunidad, no es ningún secreto. Que los Braverman se han convertido en imprescindibles semana tras semana, no es ningún secreto.
Esta ha sido mi relación con Parenthood, uno de los estrenos de mid-season que más expectación había creado en la blogosfera/Twitter (la promoción durante la gala de los Oscar tiene mucho que ver). Este drama familiar que comenzó siendo una copia barata y sin sustancia de mis amadísimos Walker ha demostrado que tiene identidad propia, y que aunque juegan en ligas distintas, esto no impide que los podamos disfrutar por igual.
Su punto fuerte está en su cast (algo en lo que coincide con Brothers & Sisters). Y es que, no nos engañemos, si un drama familiar no se sustenta en sus miembros, apaga y vámonos. Los cabezas de familia son Zeek y Camille. Son dos personajes que no han tenido verdadero protagonismo hasta el final de la temporada, con el tema de la infidelidad y de la mala inversión. La verdad es que no son mis personajes favoritos (de hecho, me cuesta tragar a Zeek), y su trama está ya muy vista (en este caso me quedo con los Walker sin duda), pero ¿qué sería de una familia sin sus capitanes?
Luego tenemos a Crosby. A este personaje le cogí mucha manía porque, y perdonadme la franqueza, Dax Shepard es muy feo. Pero es que tenía a su favor a Tyree Brown (Jabbar) que es un niño adorabilísimo (tipo MJ o Juanita Solís en Mujeres Desesperadas), por lo que conforme avanzaba la serie fue ganando algún entero que otro. Además, que la química entre Crosby y Jasmine traspasa la pantalla. Ahora resulta que se van a trasladar a Nueva York. Ya veremos por dónde lo llevan esto...
Julia es la abogada de la familia, por lo que se nos la presentó como la aburrida. ¡Mentira! Yo no la veo así. De hecho siempre me ha gustado, lo que pasa es que los cuatro hermanos son muy carismáticos y diferentes a su vez, por lo que podría ser ella la más "impopular". Junto a Joel y Sydney forman una familia amazing.
Lauren Graham me tiene totalmente enamorado, por lo que Las Chicas Gilmore ha subido muchos puestos en mi lista de series para ver. Su Sarah es la Braverman más caótica y con más problemas, pero a la vez la más tierna. La relación que tiene con sus hijos Drew y Amber es bastante especial, y tal vez sea esto lo que la convierte en uno de mis personajes favoritos de la serie. Me encanta la relación que mantiene con Adam.
Y es precisamente Adam el Braverman que me hizo darle una oportunidad a la serie. Aunque a Peter Krause sólo lo he visto en Dirty Sexy Money, ya pude comprobar lo grande que es como actor. La enfermedad de su hijo Max ha sido el motor de la serie (sobretodo en los primeros episodios), aunque en estos últimos capítulos Haddie, su otra hija, ha ido ganando protagonismo junto a su prima Amber. Y no me dejo a Kristina (Monica Potter), cómplice de Adam, y otro de mis personajes favoritos.
Con todo esto, queda claro que soy un fan incondicional de los Braverman, y que su regreso en septiembre es uno de mis más esperados. Go Team Braverman!