Esta receta de gofres fit no os va defraudar, estoy segura. No son exactamente igual que los típicos gofres, sino mejor. Están ricos y encima son sanos. ¿Qué más se puede pedir?
El secreto de esta receta se encuentra, básicamente, en el aspecto del gofre. Es una sencilla forma de engañar a la mente y poder disfrutar de un rico desayuno sin pasarnos de calorías. Obviamente, necesitaréis un molde de gofres. Pero son bien baratos, no os preocupéis. El mío es de Lidl.
Vamos allá con la receta (creo que es la primera que publico aquí, ¡ay madre!)
Ingredientes:
– 3 cdas. de harina de espelta
– 1 cda. de coco rayado
– 1 cda. de esencia de vainilla
– 1 cdta. de canela
– 2 claras de huevo
– 3 cdas. de queso batido 0%
– 1 cdta. de levadura
– 16 gotas de edulcorante líquido (lo equivalente a 2 cdtas. de azúcar)
Únicamente deberemos mezclar todos los ingredientes y rellenar los moldes. Introducirlo en el horno a 200ºC durante 10 minutos. Aunque si tenéis experiencia en cocina, sabéis que cada horno tiene su ritmo. Lo mejor es que vayáis pinchando con un palillo.
No hay mucha cantidad en esta receta, pues la tengo medida para mí sola. De aquí salen dos gofres normales y un tercero finísimo.
Podéis ampliar las cantidades de ingredientes para que os salgan más y si sobran, congelarlos para otro día. Nunca lo he probado, pero seguro que calentados con la tostadora quedan deliciosos.
Sobra decir que se pueden acompañar con mermelada light, frutos del bosque, o cualquier cosa (siempre sana) que se os ocurra.
¿Qué os ha parecido la receta? ¿La probaréis?