He aquí la historia de Hamlet, el desdichado príncipe danés, obligado a cambiar repentinamente su destino para dedicar su vida entera a vengar el asesinato de su padre, muerto en manos de su tío, convertido ahora en (déspota) rey, (mueca de) padrastro. No es la razón, sino el errante fantasma paterno quien impone el mandato de semejante tarea; y no es la estrategia, sino la astucia lo que le permite al desganado príncipe ponerse al frente de tal empresa.
Hamlet ¿es o no es?: ¿pusilánime o revolucionario? ¿cobarde o justiciero? ¿demente o extremadamente cuerdo? Esta es la cuestión: obtener la sabiduría suficiente para descubrir el peor de todos los dolores y obsequiárselo al tirano. ¿Cuáles serán tales exequias? ¿acelerar la caída del putrefacto reino? ¿alejar de aquellas incestuosas manos a la deseada reina? ¿ser derrocado por obra de la revolución de un pueblo que profesa el cariño por su sobrino? O que el traicionero rey pierda todo menos la vida; y así, quizás, ejecutar la verdadera venganza que el príncipe tejía entre sus manos: que el déspota viva para sufrir, porque la muerte sería un regalo demasiado generoso para ese destructor de un reino justo, tal como el que regía su verdadero padre hace dos meses. No, ni dos; no tanto.
Una puesta en escena minimalista e inteligente, que logra suplir muy bien la complejidad escénica sobre la que originalmente descansa esta obra. Una versión comprimida y reinterpretada que conserva bastante del texto original y que, a su vez, se destaca por su accesibilidad y coherencia estructural. Asistir a esta puesta del gran clásico shakesperiano de la mano de este numeroso equipo demuestra que, tanto sobre el escenario como detrás de él, existe un enorme y logrado trabajo de dirección, actuación y ambientación que me permite afirmar, una vez más, que los clásicos únicamente son catalogados como tales porque son susceptibles de ser constantemente resignificados.
Muy recomendable.
Dramaturgia: William Shakespeare (traducción de Ingrid Pelicori. Versión de Manuel Iedvabni y Malena Solda)
Dirección: Manuel Iedvabni.
Elenco: Federico Olivera, Héctor Bidonde, Patricia Palmer, entre otros.
Teatro: Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, reservas: 5077-8077.
Funciones: Viernes y sábados 22:15hs, domingos 20hs.
Localidades: $50.-