La ambientación es espectacular. La parte de la entrada simula una calle, con mesitas como si comiéramos en un yatai con su barra para hacer brochetas y con genuina cerveza de japonesa de barril. Concretamente se puede tomar Asahi (de un sabor suave) y Kirin (algo más fuerte).
Los camareros muy serviciales, como auténticos japoneses nos dedicaron muchas reverencias y muchas atenciones. Lástima que la persona que nos atendió o no controlaba o no hablaba bien castellano y no nos supo explicar bien los platos. Aún así la experiencia fue divertida y mientras tomábamos una tapa de vainas de soja alucinábamos con la carta viendo que podíamos pedir. Al final, en nuestra cata probamos:- Gohan: arroz japonés. Como buen arroz blanco asiático era sosísimo.- Nanbantsuke: encurtido del sur. Boquerones encurtidos

- Takoyaki: buñuelos rellenos de pulpo típicos de Osaka. Fue uno de los mejores platos. Como unas croquetas redondas de pulpo cubiertas de bonito seco laminado.

- Okonomiyaki: una especie de tortilla muy popular en Japón que prepara con repollo y panceta crujiente y, cubiertas de los mismos copos de bonito. El plato es algo grande y cansino, no estaba mal pero se nos hizo pesado.

- Ebikatsu: langostino tigre empanado al estilo japones con salsa dulce. También un plato muy rico y de los que más nos gusto.

También probamos algunas brochetas:- Yakitori: de pollo- Buta: panceta- Tsukune: albóndigas de pollo- Negima: pollo y cebolleta

Comimos dos adultos y un niño, con una Coca-Cola, un agua y una caña de 1/3 de cerveza Asahi, más un café (es Nespresso) por 46,20 €... Si quieres probar la comida japonesa de verdad no puedes dejar de visitar este local, se encuentra en la calle Mesonero Romanos de Madrid.
