Revista Cine
"El éxito de Moulin Rouge relegó esta Hedwig and the Angry Inch a escasas pantallas. Ahora es muy difícil encontrarla en dvd y sigue siendo una joya desconocida". Xavier Vidal de Cinoscar & Rarities
Ahora lo entiendo, en el mismo año de la magnífica puesta en escena de Baz Luhrmann tímidamente salía a escena Hedwig a quien realmente no hubiera conocido, creo, si no me detenía a leer las mini críticas que Xavi tiene en su columna del blog. Y es así que su descripción entusiasta me llamó la atención a pesar de que adorando la música a rabiar suelo ser bastante quisquillosa con los musicales. Es que es un género- como creo haberlo dicho ya- riesgoso. Un género que si fue parido antes en las tablas, aún más grande puede ser mi escepticismo pues, como toda adaptación, los films traídos de Broadway pueden ser un desencanto.
Felizmente debo darle la razón a Xavi e instarlos a verla pues tal como él lo dijera "Nunca verán nada igual". Hedwig and the angry inch es un musical escrito, dirigido y protagonizado por John Cameron Mitchell en 1998 en un teatro "off-Broadway" ( un viejo salón de baile de un hotel de la zona). Su éxito rotundo lo llevó a materializar la obra musical en un film que también se encargó de adaptar, dirigir y protagonizar. La película es una explosión colorida en pantalla de un sin fin de elementos que ya una de las canciones nos describirá abiertamente como collage. Y es así nomás: tenemos a un protagonista transgresor vocalista de la banda homónima que se dedica a cantar en sucuchos, es un transexual mal logrado en todos los aspectos- desencantado del amor, incomprendido, estafado y físicamente mutilado. De ahí su nombre, que no voy a explicarles porque ciertamente les quitaría sabor para la escena en la que cuenta cantando el porqué del nombre. Un drama profundo que estalla todo el tiempo al ritmo del rock más estridente y emocionante. Difícilmente el espectador quede indiferente a la energía que Mitchell desprende desde la primerísima escena. Un film que incia al cachetazo de una y que nos adelanta que lo que vamos a ver no es una historia más, no es cualquier cosa.
Es la historia de un niño nacido en la Alemania del muro- símbolo además de su propia división personal- que logra hacerse pasar por mujer casada y emigrar a los EE.UU, a un pueblucho perdido donde luego de su divorcio descubrirá en la música su verdadera razón de ser. Pero como nada en la vida parece salirle fácil muchos de sus temas- compuestos para el film por Stephen Trask- han sido plagiados por un ex amante que ahora goza de una fama desmedida. Asique el film termina siendo una lucha constante de Hedwig por sus derechos, una lucha que termina por volverse contra el mundo y, por supuesto, contra sí mismo.
Mitchell recurre de constante a la música y a los flashbacks para contarnos la historia de su personaje, ningún detalle queda librado al azar y con sutiles ironías y con algún que otro tinte de comedia, la película se torna en una hora y media de puro impacto y buen sabor. La música pega todo el tiempo y la vida que Mitchell le infunde a su Hedwig es desafiante, políticamente incorrecta, incluso hasta grosera. Es un esfuerzo actoral impresionante que convence desde el primer momento y que endulza y conmueve de la misma manera que impacta.
La película utiliza también mucho de la estética del video-clip por lo que es increíble como uno termina, guste o no de este tipo de música mezcla de glam rock con algo de punk, meneándose a ritmo y llenándose de energía. Así, Hedwig and the angry inch, termina convirtiéndose en un referente casi escondido que, vaya sorpresa, también ha circulado por las tablas independientes de Argentina.
Después de verla corrí como loca al libro de Schneider a ver si estaba dentro de las 1001, pero claro, al lado de Molin Rouge la elección quizá habrá sido obvia. Sin embargo, esta es dentro de mi humilde visión cinematográfica un título que no puede dejarse pasar. Los dejo entonces con algunas imágenes del film y con un video e una de las canciones más hermosas de todas las que canta- ¿todavía tengo que agregar que la banda de sonido es espectacular?- basada en el relato de Aristófanes del diálogo El banquete de Platón.
Pinchar en la foto para ampliar
Recuerda seguirnos en twitter!@Pabela o @primothe