Las noches de poker siguen dandome alegrías, y no me refiero al juego (hace bastante que no gano una partida) sino mas bien a alegrías cerveceras. Cuando empezamos con estas reuniones semanales, abundaban otras bebidas espirituosas como whisky, vodka, tequila, etc, más alguna que otra cervecita.
Pero mi evangelización cervecera comenzó a rendir sus frutos, mis amigos se engancharon y ahora se toma exclusivamente cerveza, salvo por uno que toma whisky por "prescripción médica", asi que cada tanto aparecen con alguna sorpresa.
Esta vez fue Coco, que trajo un barrilito de Heineken. Hacia tiempo que tenía ganas de probar esta versión de barril, pero su precio lo hacia un poco prohibitivo ($90 aprox).
El Heineken Draught Keg es un barril presurizado de 5 litros, que una vez abierto se mantiene con gas hasta 30 días, es como un gran envase de aerosol que en vez de tener un pulverizador en la punta se le pone un pico para tirar cerveza.
Serví el primer vaso y me sorprendí porque el efecto era el mismo que el de una cerveza tirada, se formó una abundante y compacta espuma, que perduró hasta dar los primeros sorbos.
El sabor es muy diferente a la Heineken en botella, se siente mas maltosa, la gasificación es mas fina y lo que la hace mas suave al paladar. Es muy buena, me gusto mucho.
Heineken Draught Keg:
Luego de probar esta versión de Heineken y pensando que el barril contiene unas 10 pintas, a $9 la pinta no resulta tan caro para tener una buena cerveza tirada en casa.
Muchas a gracias Coco!