Revista Cocina
Este tipo de “conserva” hace unos cuantos años que la hago, la suelo preparar por esa época así en las fiestas de Navidad está en su punto, o sea, deliciosa.
No se vosotros pero a mi me gustaba, y me gusta comer un higo seco abrirlo y poner una nuez, o una almendra en su interior, como un bocadillo, esas texturas y sabores me encantan y si es acompañado con un poco de moscatel ya ... Esa receta viene a ser eso, pero todo en uno.
Es ideal para hacer unos tarros decorados y regalar a vuestros amigos o familiares por Navidad, es un bonito obsequio.
Pero además... es una receta de aprovechamiento, vamos, un “resto engalanado” pues cuando hayan pasado las fiestas y os sobre higos secos, los hacéis así y se guardan perfectamente más de 12 meses.
Ingredientes: Higos secos 200 gr. de azúcar 1/4 litro de agua Nueces peladas 75 cc. de coñac tarros de cristal
Cortar los rabillos a los higos, hacer un corte alargado introduciendo en su interior media nuez. Presionar bien para que queden bien cerrados.
Mientras en un cazo poner el agua y el azúcar, dejarlo hervir unos 3 minutos, retirar del fuego y añadir los higos rellenos, poner a hervir un par de minutos. Dejar templar y añadir el coñac.
Llenar los tarros de cristal con los higos y verter el almíbar de coñac hasta cubrirlos, cerrar y dejar macerar un par de meses.
NOTA: si lo higos no son muy grandes poner menos de media nuez. ** Si os sobra almíbar con coñac, se cuela y se guarda en un frasco (por ejemplo una botellita de agua de eas pequeñas) y a la nevera, os será útil para pincelar los bizcochos cuando hagáis un pastel. ** Yo suelo colar el almíbar de coñac cuando los pongo en los tarros pues al poner los higos y si estos están harinados dejan el líquido un poco turbio.