No es habitual que una camada de juveniles mantenga su nivel en el tiempo y llegue a la selección nacional para pelear títulos importantes. Por lo general, la mayor parte de las promesas suelen terminar convirtiéndose en jugadores del montón. Muy pocos llegan a triunfar, mezclados con sobrevivientes de otras camadas de promesas.
Lo de la selección de Holanda que jugó en Argentina el Mundial Sub 20 en 2001 es un caso curioso y poco habitual, ya que cinco de los jugadores que integraron el plantel terminaron realizando valiosos aportes para llevar a su equipo a la final del Mundial Sudáfrica 2010. Sin embargo, pasaron sin pena ni gloria por aquí.
Cinco de los jugadores que el 18 de junio de 2001 posaron para las fotos dentro del Estadio Ciudad de Salta, el 11 de julio de 2011 pisaban el campo de juego del Soccer City Stadium de Johannesburg para disputar la final de la Copa del Mundo. Ellos son: Maarten Stekelenburg, John Heitinga, Arjen Robben, Rafael Van Der Vaart y Klaas Jan Huntelaar.


Pese a haber pasado de ronda con muy poco, en octavos de final los de Van Gaal dejaron en el camino a Angola, que había sorprendido en su grupo terminando en el primer lugar. Tras perder su puesto, Huntelaar demostraba a fuerza de goles que debía ganarse, otra vez, un lugar entre el once inicial, mientras que Stekelenburg y Robben habían perdido sus lugares tras los primeros encuentros.

10 años después, los chicos, ya más maduros, se volvieron a encontrar en Sudáfrica junto a otros compañeros de la camada. Entre los 14 de la época que participaron del Mundial para mayores, metieron 10 de los 12 goles que convirtió Holanda para llegar a la final –uno fue en contra y el restante lo hizo Van Bronckhorst-. Recorrieron juntos el camino. Casi conquistan el mundo.