A mí me gusta traducir "staycations" por "quedarse-caciones". En otras palabras: el noble arte de quedarte en casa durante tus vacaciones.
A diferencia de aquellos que no pueden permitirse viajar durante sus vacaciones, las staycations son una opción buscada. Es decir, es la elección deliberada de quedarte en tu lugar de residencia porque es lo que te apetece. Este año, por el contrario, para muchos no será una opción debido al Coronavirus. Aunque podremos viajar libremente, el peligro sigue estando ahí.
Pero quedarte en tu lugar de residencia no es nada malo. De hecho, muchas personas desconocen la experiencia de vivir su tierra desde los ojos de un turista. Estamos deseando siempre irnos fuera y a veces olvidamos las cosas maravillosas que tenemos justo ante nuestros ojos. Creo que este verano podría ser un buen momento para redescubrir nuestra provincia o región, por lo que os doy algunas ideas para organizar unas staycations.
1- Conviértete en turista
¡Cambia el chip!
¿Qué haría un turista que no conoce tu tierra? ¿Dónde iría? ¿Qué sitios visitaría? Ya sea realizar actividades de ocio, hacer rutas o visitar lugares emblemáticos; imita aquello que los visitantes siempre hacen en tu zona. ¡Y no te olvides de llevar la cámara!
Para ello tendrás que hacer un cambio mental para adoptar la visión de una persona que no conoce el lugar y tiene todo por descubrir.
2- Duerme fuera
No tenemos por qué estar SIEMPRE en nuestra casa. Alquila una casa rural, coge un apartamento de vacaciones, vete a un hotel con encanto... Nunca tenemos la oportunidad de experimentar cómo son los alojamientos turísticos en nuestra tierra, así que este podría ser nuestro momento. Una buena noche de hotel con servicio de habitaciones puede cambiarlo todo.
3- Amplía tus horizontes
Seguro que hay otras zonas de tu provincia o región que nunca has pisado más allá de las atracciones turísticas conocidas de tu municipio. Rutas de senderismo, pueblos bonitos, lugares naturales de baño, parques naturales... Coge el coche y piérdete (en el buen sentido).
4- Diviértete
Basta que en nuestra provincia haya un montón de actividades de ocio para que no hayamos hecho ninguna. Y me incluyo, por desgracia. Pueden ser parques temáticos, cines al aire libre, deportes (piragüismo, escalada, senderismo, bici...), juegos (paintball, lanzamiento de hachas, parques de aventura...), espectáculos, exposiciones, etc. Una búsqueda rápida en Google puede daros un montón de ideas.
En este apartado incluyo actividades especiales que podéis organizar con vuestros amigos, como una simple barbacoa.
5- Disfruta del verano
La mejor parte del verano son las actividades acuáticas. No olvidéis que podéis ir a la playa, la piscina, el río, termas o lo que sea que encontréis a vuestro alrededor. Solo tenéis que informaros bien del protocolo que hay que seguir y de qué lugares están abiertos al público.
6- Experimenta
¿A que no has ido a un montón de restaurantes en tu ciudad? Una parte clave de las vacaciones es la comida. Y es que siempre que viajamos tenemos que comer fuera, lo que nos abre a un universo de nuevas experiencias gastronómicas. ¡Pero eso también lo podemos hacer donde vivimos! Busca un buen restaurante (o más de uno, vaya) que te gustaría probar y haz una reserva ya mismo.
7- Cuídate y relájate
Otras de las cosas que siempre hacemos en vacaciones es desconectar. ¿Y cómo desconectar estando en el mismo sitio del que queremos desconectar? Ese será nuestra reto.
En primer lugar, deshazte de todos los compromisos. ¿O es que acaso en vacaciones te pones a atender otras responsabilidades? Estas vacaciones deben ser exactamente igual, así que nada de e-mails del trabajo, nada de remodelar la casa, nada de compromisos. Aprende a poner límites para respetar tu propio espacio. Hazle entender a los demás que es como si no estuvieras allí.
En segundo lugar, planifica actividades relajantes. Tomar el sol, ir a un spa, relajarte en una terraza, salir a pasear, ir a hacerte una limpieza facial... Al fin y al cabo, este año te estás ahorrando un dinero en estancia y lo puedes dedicar a otras cosas.
8- Date un capricho
Seguro que cuando viajas acabas dándote algún que otro capricho en forma de compras. ¡Pues hazlo! Vete de tiendas como si fuera la primera vez que lo haces. Incluso puedes visitar establecimientos que nunca has pisado.
En definitiva, el truco está en pensar cuál es el componente de las vacaciones que te hace disfrutarlas tanto e idear la manera de hacer exactamente lo mismo pero en tu lugar de residencia. Y creedme, se puede, yo lo he hecho cada vez que he invitado a amigos de fuera a conocer Salamanca y me lo he pasado genial.