Revista Cultura y Ocio

In honorem Gonzalo Rojas

Publicado el 26 julio 2011 por Santiagobull
In honorem Gonzalo RojasHoy no voy a escribir mucho: respetaré el silencio en el que se ha ido Gonzalo Rojas. He dejado pasar demasiado tiempo desde que dejó la vida tal y como la conocemos este magistral poeta chileno, y sin embargo poco se ha dicho, poco ha sonado. Yo mismo lo descubrí hace menos de un año, por una amiga: antes, fue eso, silencio. Y si respeto el silencio no es porque no merezca las palmas (merece ovaciones), sino porque creo que, en gran medida, es el silencio la música que mejor le va a algunos poetas. Además, la poesía habla por sí misma, y le va mejor la primera persona (aunque lo haga en tercera o segunda). Este va siendo un año de despedidas, quién lo duda, pero no voy a demorarme más con esta. Yo levanto una copa, como tiene que ser cuando se brinda a la salud y/o la gloria de un verdadero Poeta.
¿A qué mentirnos?
por Gonzalo Rojas
Vivimos, gran Quevedo, vivimos tiempo que ni se detiene, ni
tropieza, ni vuelve.

¿A qué mentirnos con la llama del perfume, con la noche moderna
de los cinematógrafos, antesalas terrestres del sepulcro?
Pongamos desde hoy el instrumento en nuestras manos.
Abramos con paciencia nuestro nido para que nadie nos arroje por lástima al reposo.
Cavemos cada tarde el agujero después de haber ganado nuestro pan.

Que en esa tierra hay hueco para todos: los pobres y los ricos.
Porque en la tierra hay un regalo para todos:
los débiles, los fuertes, las madres, las rameras.
Caen de bruces. Caen de cabeza o sentados.
Por donde más les pesa su persona, todos caen y caen.
Aunque el cajón sea lustroso o de cristal. Aunque las tablas
sin cepillar parezcan una cáscara rota con la semilla reventada.

Todos caen y caen, y van perdiendo el bulto en su caída,
¡hasta que son la tierra milenaria y primorosa!

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