Como siento absoluta debilidad por François Ozon podéis creerme o no cuando os digo que es una buena película para un domingo.
Que tiene mucho de bueno pero sin duda lo mejor el regalo nostálgico de Charlotte Rampling. Gracias caballero.
Eso sí, no creáis que lo pinta así para que no pensemos, cuando salgas de la sala tienes que debatir lo que has visto. A ver qué nos está pasando.