Hace unos pocos días, la mujer de un hombre de cuarenta y un años, enfermo terminal de leucemia, inició una pequeña campaña para que su marido pudiese ver de alguna forma los nueve minutos de ‘Star Trek Into Darkness’ que se proyectaron en los avances de ‘El Hobbit’. El hombre, gran fan de Star Trek y que no tiene esperanzas de llegar al estreno del film, se emocionó cuando supo que podía ver un avance tan largo, pero por desgracia, en el IMAX al que ellos pudieron acudir, no pasaron dicho avance.
La petición de la mujer podría haberse quedado en eso, pero al día siguiente, el director de la película, J.J. Abrams, les llamó para decirles que había mantenido conversaciones con la Paramount y que intentarían que Dan pudiera ver lo antes posible los nueve minutos del avance, o incluso, si pueden, la película entera.
Worstpreviews, la página que recoge la noticia, afirma que, tratándose de un director tan hermético y dado al secretismo, alegra saber que comprende que hacer feliz a un hombre es más importante que mostrar una película seis meses antes. Yo estoy de acuerdo.