“Pocos matadores han renunciado a la alternativa cuando no les han ido bien las cosas y así poder empezar de nuevo. Al Juli le han ido de maravilla: es una de las figuras del escalafón, tiene una gran afición, una depurada técnica y gran capacidad lidiadora; domina a los toros exprimiéndolos por abajo y disfruta con ello. ¿Qué hace, entonces, maltoreando becerros? ¿Para eso se siente figura del toreo? ¿O será sólo por dinero aunque ya tenga más del que pueda gastar? ¿Para eso se renuncia a la categoría de matador? Porque eso fue lo que hizo: renunciar a la dignidad de matador de toros para convertirse en un cantamañanas. Ya sé que cualquiera de esos becerretes también te puede quitar la vida, pero no es eso... No es eso.
Y el camelo de La Quinta. Ya escribí hace meses, cuando la empresa presentaba a tambor batiente la gesta, que los toros pasarían por la gatera y que habría que verlos con gafas 3D. Si la 'corrida' hubiese sido de Domecq, la queman. Para eso no se tiene la desvergüenza de convocar a propios y extraños a un evento sin igual.
Los toros, con seguridad, tenían la edad reglamentaria para serlo, pero les faltaba el conjunto de características morfológicas de acuerdo a su encaste y a la categoría de la plaza. La autoridad veterinaria dio su aprobación: ¿para qué queremos semejante autoridad? ¿Nos tienen que engañar con su aprobación? ¿Tiene que ser la autoridad colaboradora necesaria para el timo de la estampita? Por supuesto que nadie entra en los toros obligado, pero no se deben poner en los carteles que se van a lidiar toros cuando difícilmente llegan a la categoría de novillos, a pesar de tener la edad reglamentaria.”
Juan Ortega, Ymalaga.com
"Y lo previsible, lo lógico, lo que se esperaba es que los dos toreros y sus cuadrillas, anduvieron más que sobrados con los toritos de la Quinta. El espectáculo que vimos ayer no tuvo nada que ver con lo que venimos viendo estos días. No sólo por el relumbrón de la faena de Manzanares, lo que este año no sorprende, sino sobre todo por la tranquilidad y oficio con el que los dos diestros solventaron el reto de torear toros de este encaste.
Porque si el titular periodístico se lo lleva Manzanares, que le hizo una grandísima faena al único toro bueno del encierro, la actuación de Juli –sobre todo su primero- hay que enmarcarla para colgarla en las aulas de la Cátedra del Toreo.
Clarito, La razón incorpórea