Y os preguntaréis ¿por qué esta noticia nos ha llenado de alborozo? Muy sencillo, en esta mesa apreciamos mucho el txakolí y en esta ocasión nos han dado una buena excusa para descorchar una botella bien fría y celebrar que estas bodegas cercanas en la categoría de vinos blancos no sólo se han llevado una copa (perfecto trofeo por otra parte cuando hablamos de vinos), sino tres.
Así que hemos pensado en el plato perfecto para que acompañe al homenajeado y por decisión familiar le ha tocado ser la estrella al bacalao y más concretamente a uno de sus mejores bocados: la kokotxa.
Deliciosa comida, felicitaciones a la comunidad de los amigos del txakolí y desde luego a las Bodegas premiadas por ese importante trofeo en una competición en la que participan 41 países y se presentas en diferentes categorías 8.060 vinos.
Parece que el concurso cuenta con 310 catadores (hum…, ummm…, hmmm…, mmm … 8060 vinos/310 = Fsssh, ¡FSSSHH!) … prefiero no pensarlo.
A ponerse el delantal de los días de triunfo hoy cocinamos en honor de unos merecidos ganadores. Empezamos.
ELABORACION
Batimos el huevo y con las kokotxas bien limpias las pasamos por la harina, seguido por el huevo y por último a la sartén que estará con abundante aceite bien caliente.
Las fréimos y las reservamos sobre papel de cocina para que suelten el aceite sobrante.
En una sartén caliente, echamos un chorrete de aceite, un diente de ajo entero y cuando empiece a dorarse echamos los pimientos, bajamos el fuego y que se vayan friendo poco a poco. Espolvoreamos pimienta recién molida, un toque de sal, un toque de azúcar y si vemos que se van quedando secos, un chorrete de su jugo. En unos 12/15 minutos, los sacamos y echamos sobre un colador para que escurran y al molde .
Rellenamos el molde con los pimientos, vamos colocando las kokotxas .
Retiramos el molde y servimos.
Opcional, coronamos el pastel y las kokotxas con un toque de perejil rizado.