La alquilé. Y a la media hora la quité.

Poner el título de un post nunca es fácil, aunque lo parezca. Realmente te lo piensas y te lo vuelves a pensar. El que nos ocupa podía haber sido “¿alguna vez os habéis salido del cine a mitad de una película? o ¿alguna vez habéis alquilado una película y de lo mala, malísima que era la sacásteis del reproductor sin ningun pudor?. Y es que soy de esas personas que no doy una, si no mil oportunidades aunque la película sea rematadamente mala. De esas hay muchas. Cierto es que lo que uno opine no tiene que ser sistemáticamente la verdad (algo muy discutible como todos entendereis), aunque en algunas películas la opinión mayoritaria sea acertada (véase las idioteces de “Epic Movie” o “Disaster Movie” por citar un par de engendros sin perdón de Dios).

Ayer me acordé de una de las pocas, poquísimas veces, que he llegado a alquilar una película y quitarla casi al instante. Más de uno puede criticarme por no haber dado “una oportunidad” y haberme esperado al desarrollo de la misma y su final. ¿Habría ganado la calidad de la misma? Lo dudo mucho. Y no sería la primera vez que me trago noventa minutos o más esperando ese cambio de basurilla inaceptable a pasable. Pero uno se va haciendo viejecillo y no está para perder el tiempo, ni siquiera para que a la larga te sirva para comentar tal o cual película como si de una batallita se tratara.

Más de uno se preguntará que película tuve que soportar durante más o menos media hora, hasta que mi paciencia llegó a un límite y me aviso de que sacase el Dvd cuanto antes mejor. Sobre todo para mi salud mental.

Pues ni más ni menos que “Paintball“. Y ojo, lo más gracioso es que cuando fuí al videoclub el día siguiente y le comenté al dependiente la suma tontería que estuve a punto de aguantar, me dijo que “hombre, tampoco está tan mal. La gente que la ha alquilado no habla mal de ella.”. Evidenciando que 1) o he ido a contracorriente 2) la peña se conforma con muy poco.

A veces te dejas guiar por el estómago más que por otra cosa. Piensas “bueno, alquilo esta peli de zombies. Que no será “El Amanecer de los Muertos”, pero mientras haya algunos momentos gore y un maquillaje decente me conformo”. Tambien te relajas y dices “¿una de psicópata con cara desfigurada? bueno, igual sale alguna tía en bolas y acaba empalada con el cuchillo de turno. A ver como matan al asesino de turno esta vez”. Y así mil ejemplos de como disculpas algunas producciones de serie b (o no tan B) con tal de pasar un ratejo medianamente entretenido. Sin más objetivo que el de ver algo sin pensar demasiado. Ahora bien, algunas cosas llegan hasta tal punto de inaguantabilidad que dices “por ahí no paso”. “Paintball” trata sobre unos jovenzanos y jovenzanas que van a practicar dicho deporte. El tema en cuestión es que hay un asesino entre ellos que se los va cargando con munición real. Punto y finito. Ése es todo el argumento. Vale, aceptamos barco como animal acuático. De estas cosas hemos visto alguna que otra y evidentemente puede ser mejor o peor que muchas de ese estilo. Pues no. Media hora. Aguanté media hora escasa y con la aceptación de mi novia que asentó con la cabeza “quita esta estupidez por favor”.

Un doblaje apestoso. Unas situaciones no ya risibles (que lo son) si no patéticas. Las interpretaciones, decir eso sería darle un mérito a algo inexistente. Hasta Chuck Norris hacía más gracia en “Desaparecido en Combate”. Unos diálogos que son vergonzosos (hasta algunos de la saga “Viernes 13″ son más divertidos). Tan, tan, tan, ¿tan mala es?. Pues igual pones algo por las nubes o lo bajas a los infiernos y luego alguien lo ve y te acusan de exagerado. Pero lo cierto es que esa media hora me pareció una tomadura de pelo tan grande que no acepté entrar en el juego. Ni el dinero del alquiler me supuso un impedimento a la hora de devolverla sin haber acabado el metraje. Evidentemente, si alguien tiene la valentía, el arrojo, los webs, de verla, que lo haga. Desde aquí me descubro ante esa persona de valor infinito y estómago de acero. Con toda probabilidad una de las peores películas españolas (sí, es de nuestro país) que he visto en muchísimo tiempo. Abajo os dejo el trailer de rigor, el cual incluso tiene su interés (tambien lo tiene ver como se aparean un par de cangrejos africanos, ya puestos).

¿Y vosotros? ¿Qué películas habéis dejado a mitad descubriendo que vuestro cerebro os avisaba de un peligro inminente? ¿O habéis acabado todas por muy malas que fueran?

Trailer de “Paintball”