Ya tiene dos años circulando “La edad de la ira” y aunque muchos consideren que es un libro dirigido para el público juvenil, lo cierto es que esta novela puede ser perfectamente recomendable para cualquier adulto con hijos y sobre todo para profesores.
Lo primero que te mencionamos es que entre sus páginas, existe una crítica al sistema educativo actual y quizás, necesaria en estos tiempos. Se tocan temas polémicos, pero de una forma natural, clara y precisa; sin medias tintas. También el autor realiza crítica a la homofobia y hacia la manera en que algunos padres, han perdido las herramientas para saber educar a sus hijos.
La descripción que hace el autor sobre nuestra sociedad actual, se percibe acertada y certera; sin dejar de lado, la exposición del panorama adolescente, esa etapa que todos hemos atravesado.Es una novela cargada de ira y sentimientos negativos, por lo que no podemos decir que se trate de un libro feliz, sino más bien un tanto trágica. Sin embargo, su lectura es entretenida y ágil, con una historia bien construida capaz de mantener la atención hasta el final.
El protagonista de la novela, un periodista que lleva a cabo una investigación y sirve como guía para el lector, mientras descubrimos los testimonios de todos los implicados, en los terribles hechos que dan inicio a la novela. Con ausencia de diálogos y el descubrimiento de escritos, cartas, correos electrónicos, La edad de la ira nos muestra, una realidad de cualquier centro educativo de nuestra época y nos asoma, la sociedad que va llegando o que quizás, ya esté aquí.
El titular
Marcos, un adolescente de clase media, asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos.
Las primeras reacciones
Amigos, familiares, profesores de Marcos: nadie se explica lo sucedido.
Nadie pudo preverlo. Las imágenes del crimen acaparan los medios.
La violencia adolescente se adueña, de nuevo, de la actualidad.
La investigación
El crimen de Marcos no es un suceso aislado. Demasiados casos en los últimos años de menores envueltos en situaciones de extrema violencia. Bullying. Acoso cibernético. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vídeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar… ¿La culpa es de los adolescentes? ¿De sus profesores? ¿De sus padres? ¿Hay en verdad culpables o somos todos víctimas?
Un periodista, impulsado por estos interrogantes, decide adentrarse en el entorno del asesino. ¿Qué sucedió el día del crimen? ¿Cómo fue la semana anterior a los hechos?
En el instituto en el que Marcos cursa el Bachillerato, entre apuntes, pizarras y claustros, El reportero buscará la verdad, recopilando los testimonios de quienes formaron parte del mundo de Marcos durante aquellos días. Un mundo en el que sólo parece regir una única ley y una única edad: la edad de la ira.