Revista Música

La graminola – número 70 – 28 de marzo de 2019

Publicado el 27 marzo 2019 por Perendengon

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “Comparte Que Algo Queda” disfrutamos de duetos de los de verdad, de grandes momentos compartidos de la múisca. Por último, la contraportada es el auténtico  colofón con noticias de actualidad, efemérides y música española.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

NUESTRA PORTADA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

La única entrada de esta semana en la lista de actualidad de “La Graminola” corre a cargo de dos chicos que ya han trabajado juntos antes como son C. Tangana y Alizzz. En esta oportunidad vienen acompañados del brasileño MC Bin Laden.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Tenía por delante una carrera prometedora y sin embargo todo saltó por los aires tras su participación en el “Festival de San Remo”. La sección de los pioneros nos hace viajar hacia Italia para conocer la historia de un cantautor único en su especie con trágico final. Su nombre: Luigi Tenco.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Uno de los mejores grupos de la historia de nuestro país y asiduo a la lista sesentera nos vuelve a visitar esta semana. Pop-Tops nos ofrecen otro de sus grandes éxitos con unos registros muy distintos a los habituales.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

La lista de los 70 que recordamos esta semana nos trae una nueva entrada de la mano de Carlos Santana y el cambio en el número 1 que pasa a ser propiedad de un Premio Nobel como Bob Dylan con uno de sus éxitos considerados por los críticos como menor. Si los menores son como éstos no me estraña lo del premio. Genial.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

La potencia del hard-rock a la nueva usanza llena de “ruido” el póster central de “La Graminola” de esta semana. Hay un antes y un depués en el rock duro tras la irrupción en el panorama musical internacional de Guns N’ Roses. Ellos lo cambiaron todo y revivieron un estilo que empezaba a entrar en decadencia gracias a su álbum de debut, el espectacular e inimitable “Appetite for Destruction”.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Sí, son ellos. Mecano protagonizan la música de los 80 de esta semana con una de las canciones más controvertidas a la paz que geniales de su carrera.

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Desde Mallorca llegaba el grupo que protagoniza la lista de los 90 de esta semana. Pop fresco y agradable sin mayores pretensiones de la mano de Sunflowers, uno de los muchos grupos surgidos en la época que interpretaban su música en inglés.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

La lista del nuevo milenio nos trae un tema de Niña Pastori pero, sobre todo, la presentación en sociedad de una entonces desconocida artista que ahora es una de las grandes. Es Lady Gaga y no viene sola.

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Tres duetos más vienen a nuestra revista musical favorita todos ellos llenos de encanto. Posiblemente el más espectacular de todos sea la que protagonizan estos dos mozos de aquí al lado, Kenny Rogers y Dolly Parton, que apartaron por un instante el country para deleite de todos.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

El fin de fiesta de esta semana cuenta con tres estilos bien diferenciados. La música pausada y sofisticada de The Commodores, el swing tan original de Rey Lui y el rock de toda la vida de un rockero de toda la vida como Bryan Adams que cerca de los 60 sigue dando lecciones magistrales con la música de los discos que va publicando con cuentagotas.

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Cada semana que pasa, en lo que se refiere a la música que inunda nuestra lista de actualidad, no paro de sorprenderme. Todo lo relacionado con el dichoso reguetón suena igual, pero resulta que existen una serie de variantes dentro de este estilo que no paran de crecer. Mucho me temo que la situación es mucho más grave de lo que nos imaginamos los amantes de la buena música.

Viene este comentario en relación a la única entrada que presenta la lista graminoleña que estrenábamos el pasado domingo día 24 de marzo de 2019. Ahora resulta que hay una variante de reguetón procedente de Brasil que se denomina funk carioca, aka baile funk o funk de favela, ahí es nada. Lo primero que se me viene a la mente es decirle a esta gente que qué sabrán ellos lo que es el verdadero funk y lo siguiente deprimirme aún más porque veo que la música de nuestros días no tiene solución.

Centrándonos en el tema que ¿disfrutamos? en nuestra lista desde ese día, os diré que sus protagonistas son dos españolitos que llevan ya tres años colaborando juntos con bastante éxito. Se trata del rapero C. Tangana y del DJ y productor Alizzz quienes han visto la oportunidad de abrirse de par en par el mercado brasileño para lo que han contado con la colaboración de un artista de ese país que en los últimos tiempos está triunfando a lo grande al otro lado del Atlántico con su música.

Su nombre es Jefferson Cristian Lima dos Santos, ahí es nada, pero su nombre artístico es todavía peor: MC Bin Laden, porque tacto, lo que se dice tacto no es que haya tenido demasiado. Los tres juntitos nos acaban de colocar en la lista un tema titulado “Pa’ Llamar tu Atención” y si alguien es capaz de explicarme en que se diferencia del resto de mediocridad reguetonera que circula por ahí que lo haga cuanto antes. Una solución quiero.

LOS PIONEROS

El protagonista de la sección de “Los Pioneros” del día de hoy es un tanto atípico ya que no es demasiado conocido y durante su carrera se movió en un terreno muy alejado del rock, el pop, el soul y estilos similares que suelen ser los que mandan en este apartado de la revista. Se trata de un cantautor italiano que yo descubrí cuando tenía catorce o quince años de edad y cuya trágica historia me atrajo desde el primer instante. Estoy hablando de Luigi Tenco.

Para muchos será un perfecto desconocido pero en Italia es una auténtica institución, más si cabe después de todo lo que rodeó a su trágica desparición en el año 1967 y todo lo que se ha escrito acerca de ella. Toda su carrera gira alrededor de lo sucedido con una de sus canciones que se convertiría en mítica, pero ésa la voy a dejar para el final como broche de oro. Antes os contaré algo de su figura y podremos conocer otros dos de sus temas más representativos.

LONTANO LONTANO

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Desde muy joven se interesó por el mundo de la música y sus primeros pasos los daría en el terreno del jazz, convirtiéndose en un destacado clarinetista. Formó inicialmente una banda de jazz denominada Jery Roll Morton Boys Jazz Band y posteriormente un grupo más cercano al rock llamado I Diavoli del Rock en el que coincidiría con otra de las emergentes figuras de la música italiana como era Gino Paoli quien se iba a convertir en fundamental para la carrera de Tenco.

Hasta ese instante no se había centrado demasiado en su carrera como vocalista y mucho menos como compositor, pero Paoli le animaría a ello y éste sería el empujón que necesitaría para tomar la decisión. A partir de ese instante iniciaría su carrera en solitario demostrando una tremenda sensibilidad a la hora de componer y mostrando unas letras muy trabajadas que le harían ganarse la etiqueta de auténtico poeta de la música.

Su prestigio iría subiendo como la espuma y su música empezaría a tener cada vez mayor aceptación. Era capaz de mostrar una tremenda sensibilidad en cada una de sus canciones por lo que haría del terreno romántico su campo preferido, mostrando siempre una diferenciación muy clara con respecto al resto de cantantes melódicos italianos de la época dando esos pequeños tintes de jazz que tanto le caracterizaban y con los que tan cómodo se sentía.

Así pues, la música romántica sería la que le iría ofreciendo el camino del éxito siendo una de las primeras canciones con las que se ganó el favor del público y, sobre todo, de la crítica este “Lontano Lontano”.

ANGELA

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Como suele suceder en estos casos, su reconocimiento masivo a nivel de público no llegaría hasta después de su desaparición, ya que mientras estuvo en activo una serie de condicionantes impedirían que conectase como merecía con los aficionados a la música. Su carácter irascible y cambiante le hacían caer mal en general a la gente. Sus ideas políticas cercanas al comunismo no estaban bien vistas en la década de los 60 en su país lo que le ocasionó algún que otro problema. Pero con lo que más tuvo que pelear fue con la censura, algo que se convertiría en habitual en su carrera.

Muchos piensan que fue un adelantado a su tiempo y en ese sentido las letras de sus canciones iban más allá de las que figuraban en las composiciones del resto de cantantes italianos de éxito en la década de los 60, adentrándose en terrenos prohibidos en lo relativo a las relaciones sentimentales y sexuales. Por este motivo, serían continuas las ocasiones en las que sus canciones fueron censuradas por las emisoras de radio, impidiendo de esta manera que su música fuera más conocida y él más popular.

En este sentido, el primer gran encontronazo con la censura se produciría con su álbum de debut de título homónimo en el que a excepción de dos de las canciones que lo integraban, todas las demás fueron objeto de censura. Hoy en día esta circunstancia habría sido incluso un impulso para que el público se sintiera intrigado por ellas, pero en aquellos tiempos significaba colocarse la vitola de polémico y producir un efecto negativo de cara al público. Como estamos viendo nunca lo tuvo fácil.

Otra de las características más marcadas de su carrera fueron sus continuos desencantos amorosos, algo que le marcaría tanto en el aspecto musical como en el personal, mostrando canciones tristes con letras desgarradoras alternadas con otras con unos cantos al amor verdaderamente emotivos, algo que podemos apreciar en una de las dos canciones que se salvaría de la criba censora en su álbum de debut, uno de sus grandes clásicos titulado “Angela”.

CIAO AMORE CIAO

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Llegamos ya al momento fundamental de su carrera y lo hacemos con una canción que a mí particularmente me parece espectacular y que supondría no solamente el fin de su trayectoria sino también el de su vida. Nos situamos en el año 1967 momento en el que Tenco se presentaba a la edición de ese año del famoso “Festival de San Remo” con la idea de que ganarlo iba a ser pan comido. Estaba muy equivocado.

Tenco regaló una actuación con la canción que defendía que no estuvo a la altura de su categoría. El jurado no se sintió atraído de ninguna manera ni por su melodía ni por su interpretación y quedaría eliminado. Esta eliminación no era definitiva ya que las bases del concurso contaban con una repesca en la que era el público con sus votos el que podía lograr que un participante eliminado pudiera conseguir el pase a la final, por lo que tendría una segunda oportunidad.

En la repesca todo iría de mal en peor. Tenco ofrecería una actuación apática, cansina, con un aspecto desmejorado y muy amodorrado. La impresión que daba es que estaba bajo el efecto del alcohol o algún tipo de droga, llegando incluso a olvidar algunos pasajes de la letra de la canción que estaba defendiendo. Tras terminar su interpretación se sentaría en una silla cercana al escenario y se quedaría profundamente dormido. Consciente de que su fracaso se había consumado decidió marcharse del recinto donde se celebraba el festival con rumbo a la habitación de su hotel sin esperar tan siquiera a los resultados de la votación.

La noticia no se conocería hasta unas cuantas horas después. Tenco se había suicidado disparándose un tiro con una pistola en la sien, falleciendo al instante. Junto a él dejó una escueta carta en la que decía que se quitaba la vida no por que no la amase sino como señal de protesta por su eliminación y poco apoyo del público citando un par de canciones que sí habían llegado a la final como claras injusticias al ser valoradas mucho mejor que la suya.

La canción que interpretó se covirtió a partir de ese momento en un auténtico hito dentro de la música italiana y aunque no llegó a la final del festival podría decirse que fue la ganadora virtual. Lo que se le negó en vida se le otorgó tras su amarga muerte, algo que es de justicia ya que “Ciao Amore Ciao” es una grandísima canción por la que yo me terminé interesando por el trabajo y la vida tan apasionante de ese grandísimo cantautor que fue Luigi Tenco.

A partir de ese instante fueron continuas las sospechas sobre que algo raro había en toda esta historia. En las habitaciones contiguas a la de Tenco se encontraban alojados Jimmy Fontana y Lucio Dalla, otros dos de los grandes de la música italiana, y ninguno de ellos escuchó ningún ruido sospechoso, por lo que se habló de que el disparo se debió de realizar con un silenciador que nunca apareció. El disparo lo realizó sobre su sien izquierda cuando no era zurdo y sus familiares y amigos más allegados aseguraban que él nunca se habría suicidado por un fracaso en su carrera.

Cierto es que la investigación que se realizó fue bastante precipitada, pero yo no sé hasta que punto las distintas ideas sobre confabulaciones varias tienen algún fundamento. Se habló de que pudo asesinarle en un ajuste de cuentas el grupo mafioso de “El Clan de los Marselleses” por deudas de drogas. También se especuló con que su cercanía al Partido Comunista y algunas relaciones peligrosas que había hecho en un viaje a Argentina pudieron hacerle callar por haber visto o escuchado cosas que no debía. Como veis todo muy rebuscado y de película y aunque no seré yo quien ponga la mano en el fuego a la hora de negar estas aseveraciones, me quedo con la opinión generalizada que su vida sentimental y el fracaso en San Remo fueron los culpables de su trágico final.

En el año 2006 se reabriría el caso y aún hoy en día se sigue especulando sobre las causas reales de su muerte. Yo prefiero quedarme con lo estrictamente musical ya que tras su muerte se convertiría en un referente de la música romántica italiana y todos y cada uno de los artistas transalpinos que han abrazado esta manera de hacer canciones se han inspirado en su talento.

LISTA DE LOS AÑOS 60

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Empezamos el recorrido semanal a través de las listas graminoleñas situándonos en el 24 de marzo de 1969. En la lista que se estrenaba aquel día se producía la entrada de una grandísima canción obra de uno de los mejores grupos que haya dado la música de nuestro país. Muchos son los que han afirmado siempre que en España no se hizo buena música en los 60 y los 70, pero bandas como la que vienen a continuación desmienten esta aseveración.

A principios de los 60 se formó en nuestro país un grupo denominado Los Tifones que intentaba sobrevivir como buenamente podía en aquella época. En el año 1967 se cruzaría ante ellos un descomunal vocalista que iba a cambiarles la vida a todos ellos. Su nombre era Phil Trim y gracias a él conseguirían un contrato discográfico con una multinacional, se cambiarían el nombre a Pop-Tops y se transformarían en una de las bandas más espectaculares de la música hecha en nuestro país gracias a la calidad que ofrecían.

Sus primeros pasos lo darían a través de una música pausada y calmada versionando algunos temas barrocos con un espectacular acompañamiento orquestal, algunos de los cuales ya hemos disfrutado en anteriores ocasiones en “La Graminola”. Las baladas serían pues las que les reportarían mayor éxito y aceptación entre el público, pero en el año 1969 iban a sorprender a propios y extraños gracias a un álbum en el que compartirían protagonismo con otro de los grandes grupos españoles de la época como eran “Los Canarios”.

En aquellos tiempos era bastante habitual que artistas distintos compartieran protagonismo en algún álbum. Ojo no se trataba de que cantaran juntos, ni mucho menos, sino que la mitad de las canciones del disco eran de unos y la otra mitad de los otros. Eso es lo que sucedería con Pop-Tops y Los Canarios aquel año 1969, dejándonos un espectacular álbum en el que nos encontraríamos a Phil Trim y los suyos con unos registros muy distintos a los habituales.

Aprovechando el sonido que Los Canarios ofrecían con su sección de metal y viento, Pop-Tops grabarían alguna de las canciones del disco con ese tipo de arreglos, sorprendiendo a propios y extraños con una interpretación espectacular. Entre esas canciones se encontraba la que situaban en nuestra lista aquel 24 de marzo de 1969, un tema titulado “That Woman” que nos acompañaría durante 12 semanas para alcanzar el top 29 y que suena así de bien.

LISTA DE LOS AÑOS 70

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Dos son las canciones correspondientes a la década de los 70 de las que vamos a disfrutar a continuación y las dos son un auténtico lujo. La lista que se estrenaba el 24 de marzo de 1979 nos traía cambio en el número 1 y una nueva entrada que si os digo que están protagonizadas por Bob Dylan y Santana ya os podéis imaginar que son dos canciones excepcionales. Vayamos con ellas.

Tras nueve semanas con el fenómeno “Grease” instalado en lo más alto de la lista gracias al “You’re the One that I Want” de John Travolta y Olivia Newton John, llegaba el momento del relevo con un tema de Bob Dylan incluido en su álbum “Street Legal”, un disco que la crítica especializada no trató demasiado bien, de manera injusta en mi modesto entender.

Se trata de “Changing of the Guards”, una canción muy especial y que a mí particularmente me encanta con ese sonido tan atrayente que crean los coros femeninos y, sobre todo, ese saxo que lo inunda todo entre estrofa y estrofa. Sé que voy a contracorriente, pero a mí me parece una gran canción, aunque no iré tan desencaminado cuando llegó al número 1 de nuestra lista, puesto en el que permaneció durante 4 semanas.

Vamos ya con la única nueva entrada que registraba la lista graminoleña de aquella semana. Y pasamos de un monstruo de la música como Dylan a otro que no le va a la zaga como el señor Carlos Santana que demostró bien a las claras en el año 1979 que cuando uno está a su nivel y ha adquirido el prestigio que tenía puede hacer lo que le venga en gana que será bien recibido.

De todos es sabido que la carrera del guitarrista, sobre todo en sus primeros tiempos, se basó en la fusión del rock, el blues, el jazz y la música latina, convirtiéndose en una de las grandes referencias mundiales a la hora de tocar la guitarra. Pues bien, en aquel momento quiso darse un capricho y darle una vuelta de tuerca más a su carrera con su incursión en los terrenos del funk e incluso la música disco.

Puede sonar un poco extraño que Santana pudiera sonar con la espectacularidad de siempre arrojándose en los brazos de estos estilos, pero lo cierto es que su destreza con la guitarra es tan grande que demostraría a propios y extraños que podía con todo.

El álbum en cuestión llevaba el título de “Inner Secrets” y en él se incluía la canción que entraba en nuestra lista aquel 24 de marzo de 1979, un tema titulado “One Chain” en el que el guitarrista nos arrastra al mundo del baile y con la que nos acompañaría durante 9 semanas para alcanzar el top 29. No es uno de los mejores trabajos de su carrera pero irradia calidad y originalidad por los cuatro costados.

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Aunque pueda parecer mentira, hubo una época en la que Guns N’ Roses eran capaces de centrarse en el mundo de la música a pesar de sus continuos desbarajustes. Aunque pueda parecer mentira, hubo una época en la que Axl Rose era capaz de mantenerse en pie en un escenario para ofrecer grandes directos y no tocarle demasiado las narices a nadie. Aunque parezca mentira, hubo una época en la que este grupo fue lo más grande que podíamos echarnos a los oídos si lo que buscábamos era auténtico hard- rock. Pues como esa época en realidad ha existido, el póster central de “La Graminola” se va a trasladar a esos tiempos.

Y es que en las ocasiones en las que estuvieron a lo que tenían que estar, esta banda ofreció momentos únicos en la historia del rock duro, siendo el más significativo precisamente su álbum de debut, con el que cambiarían las reglas de lo que el hard-rock era hasta ese momento, pudiendo decirse que hay un antes y un después tras su aparición en el mercado.

Así pues, hoy nos vamos a poner las pilas y a disfrutar a toda mecha, con la caña que Guns N’ Roses fuero capaces de crear con el primer disco de su carrera que está considerado como uno de los mejores trabajos de hard-rock de la historia, este ya mítico “Appetite for Destruction” del año 1987. Que no os pase nada.

GUNS N’ ROSES / APPETITE FOR DESTRUCTION

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Lo primero que hay que hacer es situarse en el contexto temporal de la época. El hard-rock estaba en una época un tanto complicada habida cuenta de que habían ido surgiendo una serie de bandas con un estilo calcado a las que no se daba demasiada credibilidad. Se las encasillaba con el calificativo casi despectivo de “hair-rock” porque todos ellos lucían unas larguísimas melenas, en la mayoría de los casos teñidas, y su música no acababa de enganchar al público que adoraba el hard-rock. Eran tachados de comerciales y estrafalarios y aunque vendían discos y tenían popularidad no tenía pinta de que fueran a durar mucho tiempo ni a adquirir la categoría de ídolos.

Corría el año 1987 y un grupo de jóvenes procedentes de distintas zonas rurarles de los Estados Unidos, miembros de familias muy humildes, publicaban un disco que en un primer momento fue considerado como uno más, de una banda más de este estilo que estaba proliferando de manera casi alarmante en aquella época. Los que así pensaron en un primer momento pronto cambiarían de opinión porque ellos eran más, mucho más que eso.

Como tantas y tantas bandas, el grupo se formó tras pasar sus miembros por distintas formaciones con más pena que gloria. Se trataba de cinco muchachos muy jóvenes, con muy poca formación pero unas ganas tremendas de comerse el mundo y, sobre todo, un talento descomunal para el rock. Así pues, Steven Adler, Izzy Stradlin, Duff McKagan y, sobre todo sus dos grandes líderes, Slash y Axl Rose dieron cuerpo a la banda que iba a cambiar de arriba abajo las reglas del rock duro a partir de ese instante, Guns N’ Roses.

Nos encontramos ante un trabajo descomunal. Una colección de canciones en las que los cinco cuentan sus vivencias personales y lo hacen con una crudeza y una intensidad espectaculares. De hecho, para abrir el álbum ya dejan muy claro cuales son sus pretensiones, ofreciéndonos una canción que por su título parece invitar a seguirles en su manera de vivir, algo que también es cierto, pero que esconde realmente una historia detrás que protagonizó el cantante Axl Rose cuando viajó hasta la ciudad de Los Ángeles para abrirse camino en el mundo de la música.

Nada más aterrizar en la gran ciudad, Axl se dio cuenta de inmediato de que aquello le desbordaba. Él procedía de un ambiente rural y de un pueblo bastante pequeño y no daba crédito a todo lo que veían sus ojos, sobre todo en el ambiente nocturno. El sexo, las drogas y la delincuencia surgían por todas partes y una noche él mismo sufrió en sus carnes un asalto en el que le robaron todo lo que llevaba encima. El ladrón, cuando se alejaba del lugar del robo le dijo: “¿Sabes dónde estás? Estás en la jungla … vas a morir”.

Esa frase se le quedaría muy marcada y de inmediato se pondría manos a la obra para componer una canción al respecto. Cuando conoció al resto de los miembros del grupo y dieron por fin cuerpo a Guns N’ Roses fue la primera composición que les mostró y cuando Slash fue capaz de encontrar el riff de guitarra adecuado se darían cuenta que ésa iba a ser la canción que abriera su primer álbum, ese mítico “Welcome to the Jungle”, con el que nos da la bienvenida a la jungla, a la jungla de la nueva manera de hacer rock duro.

Como os contaré más adelante, la portada inicial del disco fue objeto de censura hasta el punto de que tuvo que ser cambiada. Esto provocaría que la cadena televisiva MTV les vetara y no ofreciera en un primer momento el vídeo de esta canción. Su mánager movería los hilos correspondientes y lograría que fuese emitido finalmente pero a las tres de la madrugada. Cuando se produjo el estreno a esas horas muchos se dieron cuenta de que estaban ante una banda muy grande y de inmediato inundaron la centralita de la cadena solicitando la emisión del vídeo una y otra vez, convirtiendo esta canción en todo un clásico del hard-rock y provocando un considerable incremento en las ventas del álbum.

Lo curioso del caso es que el éxito no les llegaría de inmediato. La acogida que tuvo el disco no fue demasiado entusiasta ya que muchos pensaban que era más de los mismo y empezaban a estar cansados de bandas der rock duro que no aportaban prácticamente nada nuevo. Sin embargo, gracias a la gira promocional que realizaron de “Appetite for Destruction” lograrían revertir la situación ya que en directo el público pudo comprobar que ellos eran distintos y que ofrecían algo que estaban esperando desde hacía bastante tiempo.

Pero no sería ésa la única causa que provocaría que su éxito llegase un poco más tarde. Como ha sucedido tantas y tantas veces en el mundo de la música, la censura iba a ser la responsable de su lanzamiento absoluto con su famoso efecto rebote. Los señores censores cometían una y otra vez el mismo error. Basta que prohíbas algo para que de inmediato todo el mundo hable de ello y quiera conocerlo. Como buenos chicos rebeldes, los componentes de Guns N’ Roses explotarían de alguna manera esta circunstancia ya que recibieron críticas y censuras por varios motivos como iremos viendo a lo largo de nuestro espectacular póster central de hoy.

La segunda canción del álbum sufrió de alguna manera esa censura y ese efecto rebote del que os hablo. De nuevo las vivencias personales de los miembros de la banda salen a relucir en una intensa canción de rock en la que Axl se presenta con un tono más grave y menos “chillón” del habitual, no por ello con menos ritmo.

Se trata de “It’s So Easy”, un tema que habla de los momentos en los que los chicos del grupo atravesaban serios problemas económicos y sin embargo las chicas se seguían acercando a ellos para conseguir dinero de manera fácil. Una letra un tanto machista que hoy en día levantaría ampollas, perteneciente a la canción que sería publicada como primer sencillo pero sin tener demasiada aceptación, aunque después de disfrutar de ella os cuento como la situación cambiaría radicalmente.

De este tema se grabaría el correspondiente videoclip que nunca saldría a la luz, ya que en el mismo se mostraba a la entonces pareja de Axl vestida en plan sadomasoquista mostrando escenas sexuales demasiado explícitas, lo que provocaría que el propio sello discográfico abortara cualquier posibilidad de que fuese emitido. Esta circunstancia crearía una especia de halo sobre ella que la convertiría en una de las favoritas del público en sus conciertos, siendo uno de los temas más esperados en sus actuaciones en vivo. El año pasado, con motivo de la reedición de este álbum en su treinta aniversario, se publicaría por fin un videoclip de esta composición pero en una versión diferente en la que únicamente se ve a los miembros del grupo tocando sobre el escenario. Está claro, ya no son lo que eran en cuanto a rebeldía y provocación.

Los grandes discos suelen contar con llamativas portadas que se convierten en auténticos iconos. “Appetite for Destruction” no es una excepción en este sentido y cuenta con una portada espectacular en la que aparece una cruz con los cráneos de cinco calaveras incrustados en ella representando a cada uno de los miembros de la banda. Una portada creativa, truculenta y llamativa que es parte de la historia del rock pero que no era la inicialmente prevista.

En un primer momento, en la portada aparecía la imagen de un robot violador que iba a ser castigado por sus fechorías, todo con una imagen muy futurista. Ellos mantenían que era una imagen simbólica que representaba el maltrato que las industrias realizaba a diario sobre el medio ambiente contaminándolo y violándolo continuamente. Pese a la explicación no convencieron a nadie y la censura hizo su labor. Desde su propia casa discográfica ya pusieron pegas a su publicación tal cual, la MTV decidió no emitir sus videoclips e incluso algunas distribuidoras se negaron a remitir los discos a las tiendas para su venta. Ante esta situación no tuvieron más remedio que cambiarla, aunque la elección inicial sería incuida como una portada interior. Aquí os la dejo para que vosotros juzguéis si es o no escandalosa. Si queréis mi opinión os diré que es otra muestra más de pusilaniminidad de algunos.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Con estas premisas no es de extrañar que se granjearan una fama de polémicos y desequilibrados bastante grande, circunstancia que no les afectaba lo más mínimo ya que no estaba nada alejada de la realidad. Hasta que su popularidad creció como la espuma y la repercusión del álbum les lanzó al estrellato habían vivido momentos bastante complicados y precarios, en los que el alcohol fue uno de sus compañeros de viaje, viniendo poco tiempo después su incursión en el mundo de las drogas. El alcohol pues es uno de los temas recurrentes del álbum y fuente de inspiración de la canción que viene a continuación.

En sus primeros tiempos eran muchas las horas que pasaban en alguna habitación viendo las horas pasar o intentando encontrar la inspiración para crear sus canciones. La compañía del alcohol era inevitable pero como su situación económica era tan precaria no tenían dinero ni para saciar su sed de vicio. Descubrieron una marca de vino denominada “Nightrain Express” que era muy barata y, según ellos, les colocaba al segundo trago, convirtiéndose de inmediato en su bebida preferida hasta el punto de que le dedicarían una de las canciones del disco.

La canción llevaría el título de “Nightrain” y como el tema de la censura estaba en plan tan sensible cuando les preguntaban sobre esta canción ellos decían que hablaba de unos jóvenes que viajaban en tren para conocer el mundo. Hacedme caso, la versión real es la del vino.

El éxito que lograrían con este disco sería tremendo. Batiría todos los records habidos y por haber y se convertiría en el álbum de debut más vendido de la historia. Su sonido contundente, su puesta en escena y la calidad de sus canciones convertirían a “Appetite for Destruction” en un referente de la música de rock duro y potente, una especie de manual de instrucciones de como debía ser el nuevo hard-rock. Con ellos y con este disco podría decirse que empezaba el rock de los 90.

En aquella época, los grandes amantes del rock duro se quejaban de que se había perdido la contundencia en cuanto a sonido y la esencia de siempre se había visto difuminada. Muchas de las bandas que se movían en ese terreno habían empezado a utilizar sintetizadores en sus composiciones y eso para los más puristas era intolerable, por lo que no era de extrañar que la irrupción de Guns N’ Roses fuera acogida con tanto entusiasmo. Además, esa manera de comportarse en plan “chicos malos” sería otro de los factores que ayudarían a su éxito.

Lo de ser chicos malos hay que tomarlo en sentido literal, no hay más que escuchar la canción que viene a continuación, uno de los temas más contudentes del disco que irradia puro rock por los cuatro costados y que a mí particularmente me encanta. En ella vuelven a contarnos vivencias personales llevadas al límite.

Se trata de “Out Ta Get Me”, una canción que se inspiraría en un incidente que tuvieron cuando tras acudir a un concierto fueron interceptados por dos policías que les cachearon y acusaron de esconder drogas, algo que no era verdad en esa oportunidad. Axl compondría la canción como un acto de rebeldía ante el abuso de autoridad y a las continuas prohibiciones hacia los que intentan vivir a su manera y a su ritmo. Una composición que de inmediato se convirtió en una especie de himno de los jóvenes norteamericanos como si de un canto a la rebeldía se tratase.

Cuando os he contado la historia de los grandes grupos de la historia de la música que han ido apareciendo por estas páginas hemos podido comprobar que el mundo de las drogas siempre les ha acompañado, pero lo habitual es que esos excesos y adicciones llegaran justo en el momento en el que el éxito y la fama eran casi insoportables. Su consumo se convertía en una especie de válvula de escape para liberar la presión que suponía el estatus adquirido y una herramienta más para soportar la presión psicológica y física que ello suponía. En el caso de Guns N’ Roses la situación sería todavía más drástica.

Podría decirse que ellos traían esas adicciones de serie ya que cuando grabaron este álbum de de debut ya estaban enganchados al consumo de drogas, sobre todo a la heroína, recuperando esa imagen habitual de que los rockeros siempre estaban enganchados y colgados. En su caso concreto era una realidad, lo que no era impedimento para que su música fuese descomunal.

No es de extrañar entonces que alguna de las canciones que se incluyen en el álbum trate precisamente sobre el tema de las drogas. Ellos eran conscientes del terreno peligroso en el que se habían metido y eran muchas las ocasiones en las que intentaban hacer propósito de enmienda, manteniendo muchas conversaciones al respecto, sobre todo en las figuras de Izzy Stradlin y Slash, quienes mantenían una íntima relación de amistad desde hacía bastante tiempo.

Una de esas conversaciones sería la que inspiraría “Mr Brownstone”, una expresión que alude precisamente a la heroína a la que ambos estaban enganchados. Muchos la interpretaron como una loa al consumo de esta droga, pero la intención con la que fue compuesta era precisamente la contraria. Una vez más la imagen que proyectaban iba por delante de ellos.

Para que nos hagamos una idea de lo que el consumo de drogas supuso en los cinco miembros del grupo, os contaré que Steven Adler sufriría a lo largo de sus años de adicción hasta 28 sobredosis, dos ataques al corazón y un derrame cerebral. Por su parte, Duff McKagan acabó con el páncreas dañado, Izzy Stradlin estuvo en una ocasión en coma durante 96 horas y Slash estuvo continuamente entrando y saliendo de clínicas de desintoxicación. Sobre Axl Rose mejor no hablar, simplemente comprobando su comportamiento habitual nos podemos hacer una idea cual fue su órgano más afectado.

El disco está repleto de grandes canciones pero es inevitable que algunas de ellas destaquen sobre las demás. La que viene a continuación es una de las más notables y destacadas de todo el álbum. Una canción sencilla, compuesta de una manera sencilla e interpretada de una manera sencilla que desde el momento en el que fue publicada se convirtió en uno de los grandes clásicos de la carrera de Guns N’ Roses.

Esta canción fue compuesta en el interior de una furgoneta cuando regresaban a casa tras una pequeña actuación cuando todavía nadie les conocía y, mucho menos, apostaba por ellos. Slash comenzó a tocar con su guitarra el famoso riff por la que todos la reconoceriámos poco después y de inmediato Axl comenzó a improvisar la letra. El resto de los miembros del grupo se dieron cuenta de que estaban ante una joya y poco a poco se irían añadiendo a la fiesta para esbozar lo que iba a ser una de las mejores canciones de toda su carrera.

La intensidad y el ritmo trepidante que presentan la totalidad de las canciones del álbum nos da un pequeño descanso con esta composición. No es que el ritmo sea menor, pero sí que no presenta esa atmósfera agobiante y a toda velocidad que hemos disfrutado hasta este momento. De hecho se permiten el lujo de introducir unos arrejos de sintetizador con una soltura y precisión que en ningún momento hacen dudar de que estamos ante una canción de rock duro.

De nuevo sale a relucir la impresión que causaría en ellos la ciudad de Los Ángeles con todas sus virtudes y miserias. En esta ocasión, su letra puede ser interpretada tanto en el sentido de crítica como en el sentido de admiración, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que “Paradise City” es una auténtica joya. A mí personalmente me encanta y sus siete minutos de duración no me cansan lo más mínimo dejándome con ganas de más.

Otra de las características que tiene este álbum es que no se incluye en él ninguna balada, algo extraño ya que hasta los interprétes más duro del rock internacional siempre incluían en sus discos algún tema más tranquilo. Sin embargo, hubo una canción que fue concebida inicialmente de esta manera pero que finalmente endurecería su puesta en escena ya que pensaban que no encajaba con el resto de las canciones y, mucho menos, con la filosofía de la banda en sus comienzos.

Ahora os voy a hablar de Elton John … No, no me he vuelto loco, no. Es que sin quererlo, el inglés iba a ser en cierto modo el responsable de la canción que viene a continuación. Durante los primeros tiempos de la carrera del grupo, había una chica muy joven llamada Michelle Young que había sido novia de Slash y que solía a compañarlos en sus actuaciones. Todos los miembros del grupo entablaron una sincera amistad con ella y el cariño que se procesaban era mutuo.

La vida de la joven no había sido nada fácil. Adicta a las drogas, huérfana de madre desde muy niña y con un padre dedicado al negocio de la pornografía que no le hacía demasiado caso, había tenido que crecer en un ambiente hostil y convertirse en una luchadora para sobrevivir. Un buen día se encontraba con Axl escuchando la radio y de repente sonó “Your Song”, la preciosa canción de Elton John, y Michelle comentó que cuanto le gustaría que alguien le escribiera una canción a ella. Axl se quedó con la copla y se puso manos a la obra.

El cantante comenzó a componer una canción dedicada a Michelle y el primer esbozo dio como resultado una balada que podría firmar cualquier grupo de pop del momento. Estaba claro que era demasiado “blanda” para lo que el grupo era y decidió rehacerla de arriba abajo dándole el oportuno toque de rock duro y acompañándola de una letra descarnada que narraba con todo lujo de detalles la intensa y dura vida de su amiga. Cuando Slash leyó su letra por primera vez mostró su disgusto y todos pensaron que ella iba a reaccionar de una manera similar ya que lo que en esta composición se narraba se hacía con pelos y señales sin ningún tipo de metáfora, todo de manera muy directa.

Sorprendentemente, a Michelle le ecantó la canción y la única condición que pondría sería que no trascendiera que la protagonista era ella ya que quería mantener el anonimato para no perjudicar su reputación. De esta manera “My Michelle” sería incluida en el álbum y se convertiría en una de las canciones más emotivas del mismo. Que nadie se llame a engaño, el comienzo suena a balada total pero es simplemente una maniobra de distracción.

Muchos os estaréis preguntado que si la muchacha puso como condición que no se conociera que esta canción estaba dedicada a ella resulta que es del dominio público. Pues bien, el caso es que Axl, en una de sus habituales incontinencias verbales, terminaría descubriéndolo todo, algo que a Michelle no le hizo ninguna gracia ya que por aquel entonces había reconducido su vida y era una feliz mujer casada y madre de dos hijos. Las cosas del señor Rose.

En los primeros tiempos del grupo, su engranaje funcionaba a la perfección y eso es decir mucho para una banda formada por cinco personalides tan alocadas y anárquicas como poseían sus integrantes. En aquella época todos componían sus temas, los presentaban a los demás y poco a poco le iban dando cuerpo. Luego vendrían los tiempos de divismo de Axl y los celos de Slash que terminarían llevándose todo por delante, pero en esos momentos “la democracia interna” era su modus operandi.

Cada uno iba dejando su propia improta en sus creaciones, pero todas ellas contaban con el denominador común de la intensidad, un ritmo frenético y un sonido duro y contundente. De hecho, hasta una canción romántica, la única que se incluye en el álbum, se interpreta a todo trapo y a un volumen desatado.

Se trata de un tema compuesto por Izzy Stradlin y que habla sobre una relación amorosa que acaba de mala manera, aunque él siempre desmintió que se refiriera a una relación propia en concreto. Esta manifestación llevaría a muchos a opinar que su letra está escrita de manera metafórica y que habla realmente de su relación con la heroína. Vamos, lo de cría fama y échate a dormir.

De lo que no cabe ninguna duda es de que sea o no una canción de amor, el ritmo de “Think About You” te pone en órbita desde la primera nota, demostrando que Stradlin poseía un talento que no estaba ni mucho menos por debajo del de sus compañeros de fatiga.

A continuación llega el que podría considerarse momento culminante del disco con la canción más representativa del mismo y una de las más espectaculares de la carrera de Guns N’ Roses. Lo curioso del caso es que todo surgió de una manera improvisada e imprevista, casi como una especie de broma y terminó por convertirse en uno de los grandes himnos de la banda, algo que por otra parte ya hemos visto en muchas ocasiones por estas páginas que es bastante más habitual de lo que se cree.

Todo surgió durante los prolegómenos de una sesión de grabación. Slash solía utilizar una melodía determinada para calentar sus dedos antes de comenzar en serio y en ello estaba cuando aparecieron Adler y Axl en el estudio. Mientras el guitarrista seguía tocando el riff haciendo burlas hacia los dos recién llegados, el otro guitarrista del grupo, Izzy Stradlin le dijo que continuase mientras él cogía su guitarra y le acompañaba modificando algunos compases. Axl se dio cuenta de manera inmediata de que esa melodía podía ser aprovechable y comenzó a escribir la letra más romántica y sentida de todo el disco, mostrando un lado sensible que ni sus propios compañeros de fatigas sabían que tenía.

La canción estaba dedicada a la que por aquel entonces era su novia, Erin Everly, hija de Don Everly, el cincuenta por ciento de ese magnífico dúo que eran The Everly Brothers. La cosa acabaría en matrimonio en el año 1990 pero solamente duraría un mes. Las cosas del bueno de Axl. Lo cierto es que con esta letra, el chico malo demostró tener su lado bueno y sensible.

Nos encontramos ante una canción descomunal, con uno de los riff de guitarra más espectaculares de la historia del rock. Una de esas canciones en las que con solamente escuchar la introducción de guitarra todos sabemos de sobra a que tema pertenece. Una auténtica joya titulada “Sweet Child of Mine”, auténtico buque insignia de “Appetite for Destruction” y todo un clásico de la historia del rock duro.

Lo curioso del caso es que a pesar de ser él el responsable de la creación de esta canción y ofrecer un solo de guitarra de esos que ponen los pelos de punta, Slash siempre ha renegado de este tema ya que surgió de una especie de broma y de una técnica que llevaba tiempo utilizando para calentar antes de iniciar las sesiones de grabación y de alguna manera no le parecía serio que al final se hubiese convertido en uno de los temas más representativos de la carrera del grupo. A él no le parecería serio pero al público y a los críticos sí y al final eso es lo que verdaderamente cuenta.

La aparición de Guns N’ Roses en escena fue fundamental para que el hard-rock recuperara el terreno perdido. El glam-rock fue la semilla que desencadenaría la aparición del rock duro en su máximo esplendor, pero hacía tiempo que había ido desapareciendo. Ellos de alguna manera quisieron demostrar que sin renunciar de algún modo a la estética “glam” se podía evolucionar y crear una nueva forma de hacer rock contundente. Sin ellos, está claro que la historia se habría escrito de otra manera y posiblemente con un final infeliz.

Llama poderosamente la atención que un grupo tan anárquico y de comportamiento tan inesperado pudiera convertirse en la referencia del hard-rock en ese momento. Unos pipiolos sin experiencia, enganchados a las drogas y sin ningún tipo de esquema a la hora de crear su música fueron capaces de poner patas arriba el escenario musical de la época, dejando de alguna manera en evidencia a algunas de las bandas que habían ido surgiendo en los últimos años sin ser capaces de aportar nada nuevo e incluso a algunas de las veteranas que parecían ancladas en el pasado.

Para que nos hagamos una idea de la manera tan alocada que tenían de comportarse basta con conocer la historia que rodea a la siguiente canción que aparece en el disco. Se trata de un tema que inicialmente fue compuesto con guitarras acústicas y que poseía un ritmo calmado. No era una balada propiamente dicha pero sí que se le acercaba. Fue una de las primeras composiciones que realizaron juntos y el primer día que se subieron al escenario para los ensayos de un concierto, antes de que el disco apareciera en el mercado, se dieron cuenta de que no acababa de encajar tal y como estaba concebida.

En ese momento, Slash comenzó a improvisar y a darle rienda suelta a su forma más intensa de tocar la guitarra, siendo acompañado con un ritmo frenéntico por el resto de los miembros del grupo. De esta manera esa canción acústica y sosegada se transformó en la composición más rápida, frenética y contundente de todo el disco. Hay que reconocer que el título “You’re Crazy”, le venía como anillo al dedo.

Ellos mismos reconocerían que como esta canción fue inicialmente compuesta con otro ritmo, cuando la interpretaban en diecto lo hacían cada noche de una manera diferente. Siempre se dejaban llevar en una sesión de desenfreno total hasta el punto de que el propio Slash admitiría que no recordaba haber tocado el solo de guitarra de la misma manera en ninguna ocasión. Sin comentarios.

Lo cierto es que no lo tuvieron nada fácil para que la gente les tomara en serio y, como os comentaba al principio, solamente sería cuando les vieron actuar en directo cuando el público en general se dio cuenta del potencial que tenían. Hay que reconocer que su imagen no ayudaba a ello ya que gran parte de los seguidores del hard-rock estaban empezando a renegar de las “hair-band” que estaban surgiendo en aquella época, pensando que Guns N’ Roses eran más de los mismo.

De todas maneras, hay que reconocer que el equívoco tenía razón de ser porque al ver sobre el escenario a cinco tipos vestidos como ellos era de esperar que se les incluyera en el mismo saco. Eso sí, su imagen se convertiría totalmente icónica y la chistera de Slash, el pañuelo en la cabeza, la falda escocesa o el pantalón corto ajustado de Axl, la chupa de cuero de Izzy o el sobrero y las botas de cowboy de McFagan pronto se convertirían en una de las imágenes más populares de la historia del rock. Muchos os estaréis preguntando que que pasa con la imagen de Adler, bueno, ése ya tenía bastante con su aspecto constante de estar colgado.

Escuchando el disco, es más que evidente que no se trata de una banda más como las que habían ido surgiendo en aquella época. Su intensidad, su velocidad a la hora de tocar sus canciones, la manera casi histriónica de cantar de Axl no la poseía ninguna de ellas, pero es que además el talento se les caía de los bolsillos. Todo este cóctel era verdaderamente explosivo y no podía dar otro resultado que el que dio.

Prueba de esa tremenda intensidad y esa aceleración que le daban a su manera de tocar y cantar es el penúltimo tema incluido en el álbum. Una canción que había sido compuesta algunos años atrás, justo en el momento en que comenzaron su andadura juntos y todavía no se llamaban Guns N’ Roses. Se trata de “Anything Goes” de la que yo me atrevería a decir que nunca nadie había gritado una canción tan bien como lo hace Axl en esta ocasión.

Llega ya el momento de cerrar el disco y lo hacen, como no podía ser de otra manera, con el tema más especial, escandaloso y polémico de todos. Una canción con más de seis minutos de duración que les permite dar rienda suelta a su talento como instrumentistas y que tenía una dedicatoria muy especial, además de una grabación polémica e indecorosa para muchos.

Cuando Axl llegó a Los ángeles conoció a una joven de 18 años que por aquel entonces era una de las musas del underground en la ciudad. Atendía al nombre de “Barbi” Von Grief y ayudó mucho al cantante en sus primeros pasos de su nueva aventura, dándole cobijo e introduciéndole en el ambiente musical adecuado. Podría decirse que sin ella sería muy posible que Guns N’ Roses y este extraordinario álbum no hubieran visto la luz.

Axl quiso dedicarle una canción muy especial y se le ocurrió introducir unos sonidos bastante inusuales. Pensó que sería buena idea que se escucharan durante la parte instrumental de esta composición los gemidos y jadeos de una relación sexual. Dicho y hecho se puso manos a la obra y no se trataría de un simple efecto especial sino que para la ocasión se introduciría en la cabina de grabación con una mujer con la que mantendría relaciones sexuales cuyo sonido fue debidamente grabado y posteriormente incluido en esta canción.

Esta situación ya es de por sí lo bastante escandalosa, pero aún hay más. Y es que la mujer con la que Axl mantuvo esas relaciones sexuales era Adriana Smith, quien había sido novia hasta hacía apenas un par de semanas atrás del batería Steven Adler, por lo que os podéis imaginar la tremenda polvareda que levantaría el asunto cuando salió a la luz toda esta información. En un primer momento no se le dio demasiada credibilidad pero tanto los propios miembros del grupo como los técnicos de sonido que ayudaron en la grabación confirmaron punto por punto lo que os acabo de contar.

Así pues, disfrutemos de este final de fiesta tan incalificable que ofrece “Rocket Queen”, título que obedece a que la musa inspiradora de esta composición, la mencionada “Barbi” Von Grief, quería formar su propia banda y ponerle precisamente ese nombre, algo que finalmente no llegaría a hacer ya que terminaría abandonando muy pronto cualquier contacto con el mundo artístico y musical.

Así acaba este disco fundamental para entender la historia del hard-rock. Un álbum que sería la piedra angular sobre la que giraría el rock duro de los 90 y que ayudaría a resucitar un género que en los últimos tiempos estaba convirtiéndose casi en residual. Después llegaría la pérdida definitiva de control, los enfrentamientos entre los miembros del grupo y todo lo que provocaría que poco a poco se fueran autodestruyendo, pero mientras sus cabezas les ayudaron a remar en la misma dirección nos seguirían ofreciendo momentos únicos.

Cinco jóvenes descarriados fueron capaces de mostrar el camino a seguir y aunque su comportamiento tanto dentro como fuera del escenario no fuera el más adecuado, llegaron a ser calificados como “la banda más peligrosa del mundo”, nos queda un legado musical que se inició a lo grande con este descomunal “Appetite for Destruction” que acabamos de disfrutar.

LISTA DE LOS AÑOS 80

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Tras la tremenda intesidad vivida con el póster central de esta semana, retomamos el recorrido a través de las listas graminoleñas de otros tiempos. Para ello nos situamos en el 26 de marzo de 1989 y recordamos una de las canciones más emblemáticas a la par que reivindicativas de uno de los mejores grupos de la historia del pop español como fueron Mecano.

Se trata de una canción incluida en su aclamado álbum “Descanso Dominical” pero que había sido compuesta unos cuantos años atrás con el objeto de que hubiese formado parte de su anterior trabajo, el no menos aclamado “Entre el Suelo y El Cielo”. Sin embargo, la delicada temática que se incluía en su letra llevaría a su sello discográfico a no incluirla finalmente en este último disco, a lo que ellos accederían a regañadientes. En esta ocasión, no cejarían en su empeño y finalmente se saldrían con la suya, para beneficio de todos.

Se trata de una canción en la que se habla abiertamente de la relación homosexual entre dos mujeres, algo que les originaría muchos problemas. En un primer momento llevaba el título de “Hoy te Quiero” y hablaba de una relación entre un hombre y una mujer, pero posteriormente José María Cano, su creador, le cambiaría la letra y el título para hablar de la relación entre dos mujeres. El nuevo título sería “La Bola de Pelo”, y tanto su letra como su nueva denominación no cayeron demasiado bien en su sello discográfico que les obligaría a aparcarla al menos temporalmente. Si queréis mi opinión creo que el nuevo título no era demasiado apropiado.

Con la grabación de “Descanso Dominical” volverían a la carga y el mayor de los hermanos Cano adaptaría debidamente de nuevo la letra y la música para dar cuerpo definitivo a uno de los temas más representativos de la carrera de Mecano como es “Mujer Contra Mujer”, una preciosidad de canción que nos acompañaría en lista durante 33 semanas para alcanzar el top 9.

El éxito de esta composición sería enorme, convirtiéndose en uno de los grandes clásicos de su carrera y siendo adoptado como una especie de himno por la comunida LGTB. Sin embargo, en algunos países de Latinoamérica seria censurada y algunos sectores de la sociedad española llamaron a una especie de boicot al grupo por tratar de manera tan explícita una relación entre dos lesbianas. Nada nuevo, pero como siempre en estos casos, la música se impondría a la mojigatería.

LISTA DE LOS AÑOS 90

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

A finales de los 90 surgieron en nuestro país una serie de grupos independientes que podrían considerarse la última hornada de buen pop español ya que a partir de ese instante ya sabéis el rumbo que tomaría la industria discográfica de nuestro país. Muchos de ellos utilizarían el inglés para intentar abrirse camino a nivel internacional y unos tuvieron más recorrido que otros, pero cada uno de ellos fue capaz de dejar su propia impronta y algunas canciones dignas de reseñar. El grupo que protagoniza la lista de los 90 de esta semana es uno de ellos.

Desde Mallorca han salido algunas bandas dignas de reseñar, entre las que se encuentra la que protagonizaba la única entrada que reflejaba la lista graminoleña que estrenábamos el 28 de marzo de 1999. Un grupo que tendría apenas tres años de recorrido, que únicamente publicaría dos discos pero ambos de bastante calidad gracias a un pop sencillo y una música repleta de arreglos de guitarra acústica que nos dejaron canciones como la que viene a continuación.

Se hacían llamar Sunflowers y sobre todo con su primer álbum, de título “Inside Out” fueron capaces de llamar la atención del público, aunque no fueran superventas, algo bastante habitual en las bandas de su mismo corte.  Entre las canciones que se incluían en este disco destacaba la que colocaban en nuestra lista aquel día, un tema jovial con una letra pegadiza titulado “Happy Birthday” con el que nos acompañarían durante 28 semanas para alcanzar el puesto número 12 como mejor registro.

Tras la disolución de la banda, la única que continuaría vinculada al mundo de la música sería su vocalista, Adela Peraita, que iniciaría un nuevo proyecto al frente del grupo Sterlin aunque sin demasiada repercusión.

LISTA DEL NUEVO MILENIO

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Entramos ya en la recta final del análisis a las listas graminoleñas de otros tiempos y nos hacemos eco a continuación de las dos novedades en forma de entrada que presentaba la que estrenábamos el 22 de marzo de 2009. Una de ellas nos llega de la mano de una de las cantantes de música popular de nuestro país de mayor prestigio y la otra de una joven cantante que publicaba su primer disco sin saber que en muy poco tiempo iba a convertirse en una de las más grandes estrellas del panorama musical internacional. Empezamos por esta última.

Stefani Germanotta se había iniciado en el mundo de la música desde muy joven ya que desde los cuatro años comenzó a tomar clases de piano, instrumento de la que es una auténtica virtuosa, y a los trece compuso su primera canción. Éste parecía que iba a ser su camino dentro del mundo de la música, el de la composición, porque cuando contaba con 18 años de edad fue contratada por un prestigioso sello discográfico norteamericano para que su talento compositor nutriera a algunos de los artistas por él contratados.

Sin embargo, pronto se vería que su talento podía ir más allá del meramente compositor y en el año 2008 le llegaría su gran oportunidad con la grabación de un disco en solitario que podía ser el inicio de una carrera de éxito, aunque todo iba a depender, claro está, de la aceptación que tuviera de cara al público. Necesitaba un nombre artístico y el elegido sería Lady Gaga, en homenaje a una canción que la había marcado desde siempre como era “Radio Ga-Ga” de los míticos Queen.

Su álbum de debut llevaría el título de “The Fame” y como carta de presentación sería publicado como primer sencillo un tema en el que iba a recibir la colaboración de otro joven cantante que también intentaba darse a conocer ante el público llamado Colby O’Donis con el que iba a mostrar una grandísima compenetración ofeciendo una colaboración que obtendría unos grandes resultados comerciales.

El resultado sería excepcional con una canción que hablaba de todos los esfuerzos que ella había tenido que realizar para cumplir el sueño de publicar un disco en solitario, llegándole ahora el momento de disfrutarlo. Un tema titulado “Just Dance”, toda una declaración de intenciones, con el que el dúo nos acompañaría durante 34 semanas para alcanzar el top 8.

Nadie podía imaginarse ni por un solo instante en lo que iba a convertirse Lady Gaga. Tras ser calificada en un primer momento como una artista más para hacer bailar a los más jóvenes durante una época y luego ir diluyéndose, poco tiempo después, demostraría a todo el mundo que detrás de ella se escondía un talento descomunal. De hecho, la casa discográfica tenía más fe en el éxito que pudiera obtener O’Donis a partir de esta colaboración que el que pudiera obtener la cantante, craso error ya que todos sabemos en lo que se ha convertido ella, mientras que su eventual acompañante terminaría arrojando la toalla tan sólo cuatro años después, intentándolo de nuevo en el año 2013 pero con los mismos resultados decepcionantes.

Vamos a finalizar ya el repaso a las listas graminoleñas de otros tiempos del día de hoy con la segunda entrada que se producía aquel 22 de marzo de 2009. Para ello cambiamos totalmente e registro y viajamos hasta la localidad gaditana de San Fernando de donde procede una de las cantantes españolas vinculadas al flamenco y a la copla de mayor éxito y prestigio en nuestro país como es Niña Pastori.

Como tantas y tantas cantantes vinculadas al estilo en el que ella se mueve, desde muy niña se inició en el mundo de la música. Era hija de una cantante de flamenco a la que solía acompañar en sus actuaciones y un buen día, cuando únicamente contaba con 12 años de edad, el mismísimo Camarón se fijaría en ella y la llevaría a Madrid para que le acompañara en uno de sus recitales. Con semejante padrino estaba claro que el éxito estaba garantizado.

No sería ese el único grande que se fijaría en ella. Posteriormente sería Alejandro Sanz quien caería rendido a sus encantos y terminaría produciendo su álbum de debut que no sería más que el primero de una serie de discos de bastante aceptación entre el público español, cautivando su manera de interpretar flamenco aderezado con ciertos tintes de pop que lo hacían más atractivo.

En el año 2009 publicaba su séptimo disco bajo el título de “Esperando Verte” con el que regresaba de alguna manera a la pura esencia del flamenco contando con colaboraciones estelares como las de José Miguel Carmona de Ketama o el virtuoso guitarrista Vicente Amigo. Entre las canciones que se incluían en este álbum se encontraba “Capricho de Mujer”, el tema que colocaba en nuestra lista aquella semana y con el que permanecería en la misma durante 12 semanas para alcanzar el top 27.

Su nombre artístico lo tomó porque a su padre todo el mundo le conocía como “Pastori” y al ser ella la única chica de sus cuatro hijos, todo el mundo la llamaba “La niña del Pastori”. Por cierto, sus padres rompían algunos de los tabús más extendidos en nuestro país ya que su madre era gitana y su padre era payo y militar de profesión. La cantidad de chistes que al respecto se han escrito acerca de este tema que se irían al garete con esta relación …

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Seguimos avanzando en el número de “La Graminola” de hoy y nos sumergimos ya en el terreno de los duetos con otros tres claros ejemplos de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Tenemos de todo como en botica, así que el que quiera ritmo lo va a tener y quien quiera pausa y romanticismo, también.

BRONSKI BEAT & MARC ALMOND / I FEEL LOVE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

En el año 1977, Donna Summer publicaba un disco conceptual titulado “I Remember Yesterday” en el que iba narrando los cambios que experimentaba la música a lo largo del tiempo. El tema “I Feel Love” sería el utilizado para definir la música del futuro y para ello contaría con una marcada base electrónica y un ritmo trepidamente. Esta canción sería acogida por la comunidad gay como uno de sus himnos y una de las canciones de obligada escucha en sus ambientes.

Unos pocos años después, en 1985, un grupo vinculado al movimiento gay por los cuatro costados decidiría hacer su particular versión de esta canción. Se hacían llamar Bronski Beat y estaba fomado por Steven William Forrest, Larry Steinbachek y Jimmy Sommerville, quien recientemente ha pasado por esta misma sección con el dúo que formaría tras salir de esta banda, The Communards.

Para la ocasión contaría con la contribución estelar de otro artista vinculado al movimiento gay como era Marc Almond, quien estaba preparando su carrera en solitario tras finalizar el recorrido junto a Dave Ball en el grupo Soft Cell. La manera de entender la música tanto del trío como del vocalista eran prácticamente idénticas, moviéndose en el terreno del tecno-pop de los 80, por lo que cualquier colaboración que hubiesen llevado a cabo tenía visos de acabar en éxito, como así sería.

Así pues, juntos nos ofrecerían una versión tecno del tema de Donna Summer, aderezado con algunas partes de otro de sus canciones de éxito como era “Love to Love You Baby”, con un ritmo más trepidante aún si cabe. Cierto es que si he de elegir yo me quedaría con el original de Donna, pero la versión de Bronski Beat junto a Marc Almond también merece la pena, mostrando una mezcla muy especial con los distintos tonos de voz de sus protagonistas.

WHITNEY HOUSTON & GEORGE MICHAEL / IF I TOULD YOU THAT

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Vamos ya con el segundo dueto estelar de esta semana. En el año 1998 Whitney Houston publicaba un recopilatorio con todos sus grandes éxitos en el que se incluían algunos temas inéditos, como no podía ser de otra forma. La novedad radicaba en que todas esas nuevas canciones utilizadas como gran reclamo para el público eran colaboraciones con otros artistas, algunas de las cuales son bastante destacables, como la que os ofrezco a continuación.

Está claro que todo obedecería a una casualidad y a que el colaborador de Whitney era otro de los grandes artistas del momento que se encontraba en uno de los mejores de su carrera, pero pone un poco los pelos de punta el conocer ahora que los dos acabarían de manera trágica. Y es que las vidas de la cantante norteamericana y de George Michael han sido muy parecidas, llevando ambos una existencia plagada de éxitos en lo profesional, como consecuencia de su gran talento, así como llena de incidencias que acabarían con la vida de los dos de manera prematura.

Pero dejemos al margen tragedias y fallecimientos prematuros y centrémonos en lo estrictamente musical. De todas las colaboraciones que se incluyen en este recopilatorio, alguna de las cuales a buen seguro aparecerán por aquí próximamente, destaca sobre todo la que ellos dos nos ofrecieron, un tema titulado “If You Tould You That” con la que los dos artistas mostraron una tremenda complicidad ofreciéondos una interpretación repleta de glamour.

KENNY ROGERS & DOLLY PARTON / ISLANDS IN THE STREAM

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Cerramos yA la sección dedicada a las colaboraciones de verdad entre grandes artistas, no lo que nos ofrecen hoy en día, y lo hacemos con una preciosa canción que cuenta con dos intérpretes de auténtico lujo y unos compositores que no le van a la zaga. Una canción con la que sus protagonistas se salieron un tanto del estilo por el que todos les conociámos y con el que se habían convertido en una referencia desde hacía bastante tiempo.

Si eliges a un cantante de country como Kenny Rogers y a continuación buscas a otra cantante vinculada a este estilo como Dolly Parton para que juntos interpreten una canción, lo normal es que ésta sea un tema de country. Pues en esta oportunidad este axioma no se cumple, algo que cuadra más si conocemos quienes son los compositores de la canción en cuestión.

Éstos no eran otros que Bee Gees, quienes tras triunfar a lo grande con su incursión en la música disco y darse cuenta de que ésta había perdido fuelle, tuvieron una etapa en la que se dedicaron a componer algunos temas para otros artistas de la talla de Barbra Streissand, Dionne Warwich o Marvin Gaye, al que iba dirigida en un primer momento esta composición que finalmente cambiaría de manos, creo yo que muy acertadamente.

La canción es una auténtica joya titulada “Islands in the Stream” y sería incluida en el álbum de Kenny Rogers titulado “Eyes That See in the Dark”, mostrando una química muy especial con Dolly Parton, con unos espectaculares coros de apoyo interpretados por los propios hermanos Gibb. Lo dicho, una auténtica joya que además demostraría que tanto Rogers como Parton podían desenvolverse a la perfección más allá del country.

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

Como siempre, nuestra contraportada nos trae las tres últimas canciones con el denominador común de su calidad. El recuerdo de uno de los grupos más afamados de la “Motown”, la música española de un grupo nacional original hasta decir basta y el disco recomendado de la semana son las guindas al pastel de hoy.

EFEMÉRIDE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

La efeméride de esta semana nos llega de la mano de uno de los miembros fundadores de ese magnífico grupo que fueron The Commodores. Se trata del teclista de la banda, Milan Williams, el primero de la izquierda de los que están de pie en la foto y responsable de algunas espectaculares canciones como la que nos ofrece la contraportada de hoy.

Hoy vamos a recordar la figura de uno de los fundadores de uno de los grupos más reconocidos del sello “Tamla-Motown” como fueron The Commodores. Se trata de Milan Williams quien de no habernos dejado en el año 2006 víctima del cáncer, tal día como hoy habría cumplido 71 años. Así pues, recordemos algo de su carrera y, sobre todo, deleitémonos con una de las canciones en las que el teclista participó.

El grupo se formó en el año 1967 como consecuencia de la unión de varios componentes de los grupos The Mytics y The Jays, perteneciendo Williams a éste último. El nombre lo elegirían al azar ya que no acababan de ponerse de acuerdo. De esta manera, abrirían aleatoriamente una página del diccionario y de ahí saldría el nombre definitivo de The Commodores.

El grupo estuvo vinculado durante muchos años al sello discográfico de Gordy y sus compomenentes siempre estuvieron de alguna manera a la sombra del carisma y el talento de su vocalista principal, Lionel Richie. Con la salida del grupo de éste para iniciar su carrera en solitario, fueron muchos los que les dieron por acabados pero curiosamente sería entonces cuando lograrían el mayor éxito de su carrera. Todavía resulta más curioso que ése fuese el último trabajo que publicarían con la “Motown” y aún más que a partir de ese instante su estrella se fuera apagando, entonces sí, definitivamente.

Pocos podían imaginarse que con el nuevo vocalita, J. D. Nicholas, fueran capaces de lograr el éxito que lograron gracias a esta espectacular canción que es “Nightshift”, un tema dedicado a la memoria de Jackie Wilson y Marvin Gaye fallecidos el año anterior. La magia y el saber hacer de los supervivientes del grupo, entre los que se encontraba el propio Milan Williams, son excepcionales. Me encanta.

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Hoy nos visita un grupo español que hizo del swing su razón de existir. Se hacían llamar Rey Lui y aunque acabaron como el rosario de la aurora, mientras permanecieron juntos nos dejarón algún que otro tema para recordar.

Con la aparición en escena de Loquillo y Trogloditas que fueron capaces de captar en toda su esencia el rocakbilly de toda la vida para darle unas señas de identidad hispanas bien reconocibles, durante la década de los 80 fueron surgiendo una serie de bandas vinculadas a este estilo que con mayor o menor acierto fueron dejando su impronta en el mundo de la música de nuestro país. Entre esos grupos se ecuentra el que protagoniza la sección dedicada a la música española de cada contraportada de “La Graminola”, una banda muy peculiar y que mostraba una clara variante con respecto al resto.

Se trata de Rey Lui, un grupo capitaneado por Raúl Rockesley que, sin abandonar los parámetros habituales del rock de los 60 y el rockabilly más purista, fueron capaces de darle unos muy originales toques de swing a sus canciones que les hacían diferente a los demás. De hecho, el nombre lo tomaban de uno de los personajes de la película de “El Libro de la Selva”, aquel orangután que se autodenominaba “El Rey del Swing”. Todo cuadra, como podéis comprobar.

Muy pronto llamaron la atención del público precisamente por esa manera de hacer música, a la que ellos denominaban “swing-rock”, aunque los más puristas del rock siempre les consideraron un tanto empalagosos, terreno en el que era inevitable que cayeran en algún momento, aunque ofreciendo un buen puñado de canciones dignas de ser recordadas, como por ejemplo la que nos ofrece la contraportada en el día de hoy.

Se trata del tema con el que se dieron a conocer en el año 1987 y que fue incluido en el primer EP que grabaron. Una canción titulada “El Amanecer es como un Zumo de Naranja” y en el que el sonido del saxo evidencia que ese swing sería la seña de identidad preferida de esta banda.

Su andadura finalizaría en el año 1994 y de una manera bastante estrambótica. Hacía ya algún tiempo que las relaciones pesonales entre los miembros del grupo se habían deteriorado bastante por asuntos políticos, ahí es nada. La gota que colmaría el vaso llegaría ese año en medio de un concierto benéfico para ayudar a las víctimas de la guerra de Bosnia en la que los compañeros de fatiga de Rockesley le dejaron solo en medio de su actuación como medida de protesta por los precarios medios con los que contaban. Fue el principio del fin y pocas semanas después Rey Lui serían historia.

NOVEDAD

LA GRAMINOLA – NÚMERO 70 – 28 DE MARZO DE 2019

Después de cuatro años desde su anterior trabajo, el señor Bryan Adams está de vuelta con un nuevo disco en el que ofrece el rock de siempre pero actualizado a los tiempos que corren. Un soplo de aire fresco que nos vendrá muy bien para despejarnos de tanto ritmo cansino.

Siempre se ha dicho que los viejos rockeros nunca mueren y Bryan Adams es uno de los casos más evidentes de que esta manifestación es real. Eso sí, cuando comprobé que la canción principal del álbum está compuesta a medias con Ed Sheeran y que hay otra en la que canta junto a Jennifer López, me temí lo peor pensando que se había arrojado en los brazos no debidos, pero que no se asuste nadie que Adams sigue siendo el rockero de siempre ofreciendo la misma música de siempre. Un tanto más dulcificada, los años no pasan en balde ya en pocos meses cumple los 60, y eso hace entender la música de una manera un tanto más reposada.

Cuatro años después de la aparición en el mercado de su anterior trabajo, la verdad es que espacia bastante sus discos, medida que pienso es bastante inteligente, acaba de publicar “Shine a Light”, un disco que muestra sus habituales señas de identidad y nos regala una música infinitamente superior a la de la mayoría de los artistas que triunfan en la actualidad. Eso sí, no la escucharéis en las radio fórmulas ni en televisión, para que.

Como muestra valga el botón del tema que da título al álbum, una canción con un sonido acústico bastante marcado pero que nos muestra al Bryan Adams de toda la vida. Está claro que este no será uno de sus mejores discos pero la música que contiene es espectacular comparada con la que sufrimos en nuestros días. Lo malo es que a este paso habrá que esperar otros cuatro años para volver a disfrutar de esta música.

Por hoy aquí lo dejamos. Cada semana pasa igual, empezamos con una música mediocre que nos trae la lista de actualidad y acabamos a lo grande con esas novedades dignas de destacar que rebuscando rebuscando todavía circulan por ahí. Habrá que conformarse.

Hasta la semana que viene, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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