Por Marina La Forgia
Cada año, la prestigiosa agencia canadiense Constellation Brands – Marques Constellation realiza un salón profesional para dar a conocer las novedades, impulsar sus etiquetas ya populares y descubrir aquellos vinos icono de su portfolio. Fue la primera vez que tuve oportunidad de participar a este evento, del que destaco sin dudas su organización impecable y la variedad de vinos disponibles en degustación en el salón profesional, pero sobre todo la calidad de la clase magistral exclusiva ofrecida por 4 referentes indiscutibles de la industria: Bruce Nicholson, enólogo principal de Inniskillin Niagara State, Beppe d’Andrea, embajador de marca senior de Ruffino, Mark de Vere, embajador de marca de Robert Mondavi y Joel Peterson, enólogo fundador y “padrino” del Zinfandel. La animación estuvo a cargo de Eugene Mlynczyk, el director del portfolio de vinos de alta gama de la agencia.Durante la clase magistral, una seleccionada degustación de 12 vinos fue realizada bajo el comentario apasionado de estos referentes, explicando las particularidades de cada uno de estos vinos, de donde provienen y hacia donde se dirigen en términos de marketing y de posicionamiento. Sin ser una cata técnicamente compleja, me ha gustado el enfoque personal que le ha dado cada uno de estos profesionales al momento de presentar sus vinos y sus marcas. Pues no es fácil elevar con humildad las banderas de estos vinos prestigiosos e internacionales. De Nicholson me ha sorprendido su precisión y perfección que se traslucen indiscutiblemente en la calidad de sus vinos, de D’Andrea me ha seducido su capacidad de transmitir con contagiosa claridad y autenticidad la identidad de estos grandes vinos Made In Italy, gracias a Mark de Vere he podido comprobar que los vinos de Mondavi tienen cada uno de ellos una identidad única y diferente, y de Peterson he aprendido que no hay ninguna cepa que represente mejor y con más versatilidad el terruño de California que la Zinfandel.De los 12 vinos ofrecidos en degustación y contados en primera persona, estos son mis preferidos:Ruffino Modus 2013 - Precio SAQ: 28,55La frescura del Sangiovese, la estructura del Cabernet Sauvignon y la elegancia del Merlot se funden en este vino de carácter muy moderno y que me ha parecido sublime. Con una nariz desbordante de fruta madura, tabaco y pimienta, en boca es una explosión de sabor, muy untuoso, carnoso e intenso. Los taninos aun bien presentes auguran a este “super toscano” una longevidad que seguramente redondeará su carácter ligeramente rebelde. Para quienes gustan de un vino contundente, el Modus es un valor asegurado.
Ravenswood Icon 2012 – Precio Importacion Privada: $ 84,00El Icon es un vino de corte de las mejores variedades tintas disponibles en Sonoma: Petite Syrah, Cariñena, Alicante Bouschet y Zinfandel, por supuesto, la cual aporta la elegancia. Ofrece un bouquet de aromas muy intenso, donde predominan frutos del bosque, canela, caramelo, y todas esas notas esperadas en un gran vino de guarda. En boca, es de una estructura y untuosidad destacadas, envolvente y muy sabroso. Un vino de calidad suprema, un deleite para mi humilde paladar.
Robert Mondavi Napa Valley Cabernet Sauvignon 2013 – Precio SAQ: $35,00Destaco este cabernet por su carácter más vegetal y menos frutal y dulce al que estamos normalmente habituados a encontrar en los vinos californianos. Afortunadamente, este ejemplar de Napa Valley es un magnifico muestreo de todas las características de esta variedad, que es una de las más plantadas en el mundo. La Cabernet Sauvignon es una cepa con muchos matices y este vino nos ofrece sus notas más elegantes: violetas, pimiento, ciruelas y hongos conforman un bouquet muy agradable. En boca es muy delicado y fácil de tomar. Una estructura tánica y acidez son ligeramente notorias en el final, pero son características típicas del estilo de vinos Mondavi.
Inniskillin Niagara Estate Montague Vineyard Chardonnay 2014 – Importación Privada: $28,60Fue contundente. Su primera nariz me evocó claramente el durazno y eso me resultó por demás atractivo. Su carácter netamente frutal se completó luego con notas de pera y banana muy intensas, bien definidas, muy frescas y elegantes. En boca, es también muy generoso. Una verdadera delicia que cuenta con todas las particularidades de esta variedad: fruta, untuosidad y carisma. Lo recomiendo a ojos cerrados, para así mejor captar sus seductores aromas. Inniskillin Niagara Estate Vidal Icewine 2015 – Precio SAQ: $ 50,55No puedo terminar esta crónica sin el broche de oro, la frutilla de la torta, el néctar canadiense que enamora en el mundo. El icewine Vidal de Inniskillin es ese producto supremo, la perfección en cada pequeña botella, que lleva a mi parecer la marca registrada de uno de los mejores enólogos canadienses. Sus notas de frutas tropicales y de cítricos como el kinoto y la naranja, su textura y dulzura tan particulares son el resultado admirable de un trabajo exhaustivo de la uva y de un control de las inclemencias del clima canadiense para ofrecer un delicioso elixir a cuentagotas, solo disponible para aquellos que sepan apreciar que el icewine es más que un vino. Es cultura e identidad local, en su punto de más elevada calidad.