La importancia del desayuno

La importancia del desayuno

Como habrás oído muchas veces, el desayuno es la comida más importante del día. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños y adolescentes.
Según la Sociedad Americana de Dietética, los niños que desayunan desempeñan mejor sus tareas en el aula y en el patio de recreo, mostrando un mejor nivel de concentración, mejores habilidades en resolución de problemas y mejor coordinación visual-manual.

Pero además, un estudio reciente publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, que involucró a 46.289 mujeres, mostró que las mujeres que no desayunaban, aunque sólo fuera un día por semana, aumentaban un 20% su riesgo de desarrollar diabetes tipo II. El riesgo era aún mayor en las mujeres trabajadoras, situándose en un 54%.

Otro estudio realizado con más de 3.000 hombres y mujeres publicado en Diabetes Care encontró que desayunar diariamente también disminuye el riesgo de desarrollar obesidad e hipertensión arterial en comparación con no hacerlo.

¿Por qué es tan importante desayunar?

La insulina es una hormona producida en el páncreas que tiene la misión de facilitar que la glucosa que circula en la sangre penetre en las células y sea aprovechada como energía.Cuando te vas a la cama, tu nivel de insulina es plano (ni demasiado bajo, ni demasiado alto).

Si no desayunas por la mañana, tu insulina cae a niveles bajos en sangre. Tras la comida del mediodía sube en un pico y después vuelve a bajar. Son esos grandes altibajos los que, con el tiempo, pueden hacer que tus órganos desarrollen cierta resistencia a la insulina y esto puede conducir a la diabetes tipo II.

Por ello podemos intentar evitar este efecto desayunando todos los días no más tarde de 2 horas tras levantarnos, pero haciéndolo debidamente, ya que sólo un café o un té no es suficiente.

Pero no todos los desayunos cuentan igual. Los investigadores encontraron que los mejores resultados se debieron a los desayunos diarios que eran bajos en azúcar y altos en nutrientes como la fibra y la proteína.

También es recomendable tomar un pequeño tentempié a media mañana así como a media tarde. Esto ayuda a nuestro cuerpo a mantener nuestros niveles de glucosa e insulina más moderados, a evitar el decaimiento que a veces puede aparecer tras varias horas sin comer y también a ayudarnos a que nuestro cuerpo utilice las calorías a lo largo del día conforme las va necesitando.

Si por las mañana no tienes hambre intenta que tus cenas no sean copiosas o intenta no cenar muy tarde.

Un desayuno adecuado debería incluir como mínimo:

• Un lácteo (o equivalente en proteína como productos de soja)
• Un cereal
• Una pieza de fruta

Intenta variar tus desayunos de vez en cuando y, sobretodo, intenta disfrutarlo con un poco de tranquilidad para empezar bien el día.