Seguramente el subconsciente -esa cosa que está detrás de no se sabe qué- tenga la respuesta. Pero hay recetas que, de repente, sin saber por qué, dejas de hacerlas y pasan al olvido.No es que te hayas cansado de ellas o que ya no te gusten. No. No es eso. Simplemente desaparecen de tu recetario cotidiano. La lasaña, y también los canelones, son dos de esas recetas que un día desaparecieron. Dejé de hacerlas.Ahora la he vuelto a recuperar gracias a mi hija que, antes de irse a vivir a la otra parte del mundo, que siempre está muy lejos, me trajo una serie de ingredientes que tenía por casa y no quería que se echaran a perder. Entre ellos, una caja de placas de lasaña precocinada. De esas que las pones en agua caliente unos 10 minutos y ya las tienes para utilizar. Pues eso, de esas.Y aquí está esta Lasaña (sencilla y clásica, porque puedes variarla con los ingredientes que quieras) después de más de un año y medio de haber quedado relegada al olvido.
INGREDIENTES (Las cantidades según tamaño de la fuente)Carne de magro y ternera picada.Tomate maduro.Cebolla.Ajos.Queso graso rallado.Aceite de Oliva Virgen Extra.Pimienta negra recién molida.Sal.Salsa bechamel: Mantequilla. Harina. Leche. Sal.
PREPARACIÓNPelamos y rallamos los tomates. Hacemos lo mismo con los ajos. En una cazuela con buena base difusora, y un poco de Aceite de Oliva Virgen Extra preparamos la salsa de tomate. Mientras, en una sartén con un poco de aceite y a fuego suave, vamos pochando la cebolla que previamente habremos pelado y cortado fina.Salpimentamos la carne picada y la sofreímos ligeramente.Mientras estos dos ingredientes se van haciendo, sumergimos las placas en agua caliente durante unos 10 minutos hasta que queden semi-rígidas.Untamos la fuente con un poco de aceite y ponemos una base de placas de lasaña. Le añadimos la carne, la salsa de tomate y la cebolla. Ponemos otra base de placas de lasaña, y volvemos ha hacer lo mismo: carne, tomate y cebolla. Tapamos con otra base de placas y la metemos al horno, previamente calentado a 150ºC, durante unos 15 minutos.
Aprovechamos para preparar la bechamel, que pasados esos 15 minutos la echaremos por encima y terminaremos cubriéndola con el queso rallado. Volvemos a meter la fuente en el horno y la tenemos unos 5 minutos gratinando.