La cocina no sólo se disfruta con el sentido del gusto y del olfato; ahora también se puede leer. Con la novela de Rex Stout, Demasiados Cocineros, el lector se adentrará en un mundo de misterio, asesinato, intriga y cocina, y con la de Simon Wroe, El Chef, el lector se sumergirá en un restaurante “supuestamente” de élite.
Las historias de Nero Wolfe fueron nominadas como Mejor Serie de Misterio del Siglo, en Bouchercon 2000, la mayor convención de libros de misterio del mundo, y Rex Stout fue nominado como Mejor Escritor de Misterio del siglo XX. Sus aventuras no sólo interesan a los amantes de la novela de misterio, sino también a los amantes de la cocina, porque tal como explicó Agatha Christie: “Debo confesar que el gusto por la comida es una de mis principales características y la descripción de los platos preparados por el cocinero de Nero Wolfe me ha procurado un gran placer y el deseo de probar sus sugerencias. Quizá por eso, me gustó especialmente Demasiados Cocineros”.
En cuanto a la novela de Wroe, esta deliciosa historia se desarrolla en el The Swan, un restaurante que acoge todo un cartel de personajes, por lo menos, singulares. Esta novela tiene de todo: un chef, Bob, que es la persona más desagradable y con más mala baba del mundo de la cocina que dedica todos sus esfuerzos a hacer daño y amargar la vida de sus trabajadores; Dave el racista que, como es evidente, resulta ser un xenófobo incansable pero capaz de hacer jornadas maratonianas sin quejarse por nada. También está Ramílov que no se sabe muy bien de donde ha salido y que cuenta sus aventuras sexuales con todo tipo de detalles a sus compañeros. Este personaje, además, tiene un pasado del todo incierto.La historia del The Swan la va narrando en primera persona Monocle, un joven licenciado en literatura inglesa que llega al restaurante con la necesidad imperiosa de ganarse el pan y pagar la habitación que tiene alquilada al mítico Camden Town.
La obra es una delicia para todos, pero de un tono más coloreado que la anterior. Así es como un escritor de la talla de Scott Hutchins asegura que “el chef captura la mezcla explosiva de sadismo, humor negro, machismo y el sorprendente perfeccionismo en que se mueven muchos de los profesionales de la cocina. Todo ello servido con una gran diversión”. El autor exhibe unos conocimientos profundos tanto de la técnica, como los útiles, como de la jerga que se utiliza en el mundo de los cocineros, y describe con tanto detalle que parecen fotografías pero siempre con un toque de humor. ¡Que aproveche!