“Lisboa Story”: Epifanía musical

El director alemán Wim Wenders sigue en “Lisboa Story” a un técnico de sonido que viaja a Lisboa para el rodaje de una película. Después de trabajar durante varias semanas capturando el sonido y el alma de la ciudad, entra en un caserón y se deja arrastrar por unos ruidos que salen de la estancia de al lado. Son melodías que le atraen y que pronto le envuelven en un áurea de misterio, sonidos que le transportan a un mundo de encanto en el que el tiempo parece pararse y los sentidos satisfacer su ansia de placer. Es la nostalgia y el sentimiento de un fado que canta Madredeus, con sencillos acordes y una voz dulce. Vemos al intruso que permanece discretamente en un segundo plano, saboreando cada nota y cada momento de la interpretación, no queriendo romper el hechizo porque es consciente de asistir a una hermosa manifestación de lo espiritual. Con él, nosotros también disfrutamos de la música y descubrimos una imagen capaz de suscitar recuerdos reconfortantes.

Aparte del atractivo de la propia pieza musical, resulta llamativa la capacidad de la cámara para acercarse y dejarse impresionar por la belleza del momento, para capturar esos instantes de luz y sonido y abandonarse sin prisas a su disfrute, para sentir el arrebato esta hermosa estampa y dejarse envolver por su magia. El instante en que el protagonista abre la puerta y descubre la actuación que está comenzando es sublime y fascinante, una auténtica epifanía para este experto en sonido que asiste deslumbrado a la pureza de cada letra y nota musical. Merece la pena verlo y asombrarse del misterio que se esconde tras la puerta, disfrutar de esta delicatessen de imagen y sonido, y conmoverse con esta secuencia, tan sensorial como etérea, tan material como espiritual.

En las imágenes: Fotograma de “Lisboa Story”, Madragoa Filmes, Road Movies Filmproduktion © 1994. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 21 abril, 2012 | Categoría: 7/10, Alemania, Años 90, Costumbrista, Drama, Musical, Opinión, Secuencias

Etiquetas: cine, Lisboa Story, Madredeus, música, Wim Wenders