El verano y el placer se convierten en sinónimos, por ello esta semana en Decantare creamos un plan perfecto de “maridaje” entre vinos y la época estival.
Comenzamos con un despertar tardío, un paseo por la orilla de la playa y un baño refrescante en el mar. La primera parada para abrir boca la realizamos en una terraza veraniega, donde degustas un frío vino moscatel de la sierra malagueña, un Lagar de Cabrera acompañado de una tapita de marisco de la zona.
Mientras disfrutas del paisaje, saboreas en boca los matices de este moscatel seco, ganador de varios premios, que contrasta a la perfección y equilibra este aperitivo.
Continúas tu jornada lúdica sumergiéndote en la lectura de un libro ameno en una sombra agradable, desconectando de tus rutinas habituales.
Para comer, elegimos una deliciosa paella que se acompaña de un goloso y refrescante vino rosado, un Nekeas que realza el sabor de los ingredientes de esta popular receta española.
Como no, tras una suculenta comida, en este plan no podía faltar una buena siesta en un rincón confortable y tranquilo de tu lugar de alojamiento.
A continuación, cuando cae la tarde, buscamos un mirador de la ciudad que nos permita disfrutar de una imagen panorámica de la arquitectura y paisajes del destino vacacional.
Este espectacular día de verano lo finalizamos con una relajada cena en buena compañía, donde el paladar, las conversaciones y el frescor de la noche se convierten en nuestro paraíso particular.
Comenzamos la cena descorchando un vino blanco S-Naia, refrescante y de sabor persistente que ejerce de perfecto compañero de una rica ensalada con frutos del mar. Continuamos con un segundo plato compuesto por una rica brocheta de ternera con verduras de temporada a la brasa maridado con un excelente Ribera del Duero Viña Gormaz.
Como broche de oro, descorcharemos una helada botella del riquísimo cava Juvé & Camps reserva de la familia para brindar por muchos más días de placer estival.
Chin-chin.