Revista Cocina
Alguien me preguntó hace unos días el por qué de tanto verde y tantísimas manzanas en mi cocina…..y le contesté: la culpa la tuvo un cuadro.
Es cierto, el origen del logo de Mi Cocina, el color verde y las manzanas inundandolo todo, tanto mi cocina virtual, como la real tuvo su comienzo gracias al primer cuadro que me pintó mi suegro para la zona comedor de mi luminosa cocina, en las que las manzanas verdes eran las protagonistas.
Recapacitando sobre tan deliciosa fruta, imagen de éste blog de cocina, mi imaginación fue volando de un mito a otro: de las manzanas de oro del Jardin de las Hespérides (regalo del Dios Zeus a Hera) a la manzana de la discordia que enfrento a las diosas Afrodita, Atenea y Hera.De las manzanas de oro de la inmortalidad de la diosa escandinava Idum a la dulce tentación consistente en una manzana entregada por la madrastra a Blancanieves. Y como olvidarme de la manzana que Guillermo Tell usó para apuntar con su arco y su flecha colocada sobre la cabeza de su hijo, y de ésa manzana a la que Newton le debe la idea de la teoría de la gravedad.Volvía nuevamente mi mente a la mitología griega recordando las manzanas doradas con las que Hespérides distraía a Atlanta para así ganar la carrera, derrotarla y obtener su amor y volvía a la realidad, a la actualidad, a la manzana discográfica de los famosos Beatles o a la que Steve Jobs convirtió en símbolo de una gran empresa: Apple….e incluso recordé la manzana de Adán y Eva.Pero no, aquí no me vale…..la realidad era bien distinta, todo parece apuntar que se trata de un higo y no de una manzana. Parece ser que todo es debido a una mala traducción, pues en algún momento se confundió la palabra latina para manzana, malus, con la palabra que identifica el mal, malum (en plural ambas son “mala”), y así el “el árbol del conocimiento del bien y el mal” se convirtió en un manzano.¡¡ Pobres manzanas !! Tan traídas y llevadas en la historia, en la mitología, en los cuentos, en Mi Cocina …..ésas manzanas sin las que me resulta difícil concebir éste blog y ésa estancia de mi casa donde suelo pasar tantas horas cocinando, donde siempre están y estarán presentes: en jarrones, en manoplas, en visillos, en el horno…..
Hoy no están verdes, están asadas, doradas con el color del Sol malagueño, con el dulzor de las uvas pasas de Málaga y ése sabor malagueño de los vinos moscateles de mi tierra.
¿Cómo las hice?
Ingredientes:2 manzanas, dos cucharadas soperas de azúcar moreno, una copa de vino dulce moscatel malagueño, uvas pasas de Málaga.Nota.- Aunque las manzanas Golden, los llamados peros malagueños, son muy sabrosas (y es con los que he preparado ésta receta) para asar, se suelen abrir con facilidad y por ende se rompe la piel. Si necesitan una mejor presentación, pueden hacerlas con manzanas verdes ácidas o las rojas que tienen la pulpa más firme y la piel más resistente.
Los pasos a seguir:
Cortar un poco la parte superior de la manzana y retirar con un cuchillo afilado el corazón y las semillas.Colocarlas en una fuente especial para hornear, echar un poco de vino dulce dentro de cada una, rellenándolas con las uvas pasas.Espolvorear con azúcar.Echar en la fuente medio vaso de agua en la que se ha diluido una cucharada de azúcar y el resto del vino dulce.Meter la fuente en el horno a 180º C durante quince minutos, bajando a 150º C y dejándolas hornear unos 25 minutos más, rociándolas de vez en cuando.En el supuesto caso de que el caramelo que quede en la fuente se endurezca, echar un poco más de agua si necesitan que quede más diluido.
¡¡ Un dulce postre, rico, saludable y que se puede tomar caliente o bien frio…Y con Sabor a Málaga.!!