En una escena de El Padrino Parte III (1990) , Michael Corleone le dice al Arzobispo Gilday en el Vaticano “amistad y dinero, aceite y agua” , una manera de expresar lo que sería un acompañamiento difícil, y poco recomendable, y sin duda muchos pensarían lo mismo cuando se plantean por primera vez una cata de chocolates, en este caso Chocolates Valor, que en Burgos se encuentra a la sombra de la Catedral, y vinos, y vinos de la Bodega Matarromera, en varias de las denominaciones de origen en las que trabajan, y todo ello dentro de un lugar de visita obligada si uno llega a Burgos, como es el Museo del Libro Fadrique de Basilea. Sin duda el resultado fue una grata experiencia
La cata la dirigía la Presidenta de la Asociación de Sumilleres de Burgos (ASBU), Alba Nely Rosso , y consistía basicamente, en probar un vino y un bombón a la vez, intentado verificar si el bombón y el vino, se llevaban a matar, o se llevaban de una manera mas sensual, potenciándose mutuamente, como en algún caso sucedió ; agradecer a Rodrigo Burgos la invitación, ya que aquél día, tras una intensa mañana de reuniones nada agradables, necesitaba un bálsamo a mis neuronas, y a mi fé en nuestros electos políticos locales.
El primer vino que probamos fue el Emina Verdejo 2011, junto con el Bombón Zurich; este verdejo es uno de los que más consumo a lo largo del año, y pasa por ser mi vino favorito dentro de los que elabora Emina, y su acostumbrado equilibrio se vió potenciado con el amargor del chocolate, dejándonos un gran regusto en la boca, ya que la intensidad del verdejo se potenció por el chocolate, quizás en el mejor maridaje de la noche; Emina Pasión 2011 fue el siguiente vino de la velada , acompañado del Bombón Módena, un tempranillo de seis meses en barrica, muy frutal e intenso, algo glicerico y con más notas de madera que quizás las que necesite un vino tan potente, cremoso, aún estará mejor en unos meses de botella ; desde D.O. Toro nos llegó el siguiente vino, Cyan 8 Meses , que se acompaño del Bombón Valle de Girasol, un bombón delicioso, aunque muy diferente y complejo de cuadrar, debido a su punto salado, con el vino de Toro ; este Cyan fue mi vino preferido de la noche, y solo para mi ; su rojo picota, la fruta roja madura, intenso y especiado, con carácter y tanino algo agarrado aún, además de un fino trabajo de la madera, todo para un vino del que toda mi mesa corrió a buscar si quedaba alguna botella abierta o por abrir, muy rico e interesante, dado su punto goloso y su insultante opulencia.
Muy bien acompañado, con Loli Cano, Jennifer y José Luís Gómez, entre otros amigos
Volvimos a Ribera del Duero, a Valbuena, con el siguiente de la noche, el Emina 8 meses 2009, que se sirvió con el Bombón Oliva, y que en esta ocasión no salió a la altura del bombón, vino muy cerrado y que no me acabó de convencer, puede que le pasase algo a la botella enviada, pero no estaba digno de la añada ; el fin de fiesta fue con el Emina Espumoso, elaborado con uva verdejo y que fue un gran compañero al Bombón Esquiss Bitter de Trufa, para muchos el mejor de la noche.
Me ratifico en lo difícil que es cuadrar vino y chocolate, pero sin duda en algún caso, ambos se potenciaban y mejoraban ; un verdadero lujo de organización, ya que el espacio estaba en perfectas condiciones para el numeroso grupo que eramos, buena iluminación y temperatura , espero que pronto podamos tener nuevas experiencias con los vinos de Matarromera, los chocolates Valor, y el impulso real de actividades gastronómicas, que se ponen en marcha desde el sector privado de la ciudad, y la Cultura burgalesa , ya que sin duda, el concepto de co-creación, en el que se basa la Capitalidad de la Gastronomía en Burgos , no ha de ser solo un fin, sino un camino, y sin esa premisa, poco a poco perderemos el buen rumbo , y el fango frenará nuestro andar, hasta que nos démos de bruces contra el suelo.
R.