Si hay algo de lo que nos pusimos morados en Bruselas, fué de mejillones (además de los gofres...). Era el plato estrella de todos los restaurantes y los servían cocinados de mil formas... Pero la que nos cautivó fué ésta. Durante la cena reinó el silencio, sólo interrumpido por un intercambio de miradas, al tiempo que devorábamos una bandeja repleta de estos exquisitos mejillones gratinados...
Ingredientes:
-1kg mejillones.
-100grs salsa de tomate frito.
-200ml bechamel.
-100grs queso rallado (que funda bien).-1 hoja de laurel.
Comenzamos limpiando los mejillones, dejándolos libres de pelo e impurezas (sin duda, lo más desagradable de comer mejillones!).
A continuación los ponemos en una olla junto con la hoja de laurel a fuego suave.
Tapamos la olla y dejamos hasta que se abran todos (unos 15 minutos). Pasado este tiempo, vamos quitando la valva vacía, dejando cada mejillón en la suya anclado, y los vamos disponiendo en una fuente para horno.
El caldo de la cocción de los mejillones lo colamos y lo mezclamos con la salsa de tomate (rectificamos de sal).A continuación vertemos la salsa de tomate con el caldo y la bechamel por encima de los mejillones, y por último, cubrimos todo con abundante queso rallado.
Lo llevamos al horno a 180ºC unos 10 minutos y listo para servir... Están de escándalo!