Esta receta es un clásico e la cocina española que se preparaba mucho en el siglo XX y ahora un poco menos por la mala fama de las frituras.
Una preparación se dice que está elaborado a "la romana" si se pasa por harina y huevo y luego se fríe en abundante aceite caliente. Sobre todo los pescados se elaboran de esta forma para conservar su jugosidad que se ve mantenida por la capa crujiente y dorada del rebozado.
Mi madre preparaba mucho la merluza a la romana, aunque también lo hacía con el pez espada, con los calamares...
El acompañamiento a esta delicia de plato, que sólo necesita un producto de primera calidad, es una mayonesa casera.
Desde luego, con esta merluza se comprueba que menos es más.
Para 4 comensales:
- 400 g de lomos de merluza limpia
- 2 huevos
- 150 g de harina
- aceite abundante para freír
- sal
- 1 huevo tamaño L
- 150 mL de aceite de oliva suave 0,4º de acidez
- el zumo de medio limón
- sal
Se pone en una sartén abundante aceite a calentar. Mientras tanto se baten en un plato hondo los dos huevos, se pone en otro plato la harina y se comienza a rebozar.
Se sala ligeramente el pescado, se pasa por harina, sin que se embadurne en exceso (se pude agitar un poco cada lomo de merluza para que suelte la harina sobrante) y se sumerge en el huevo batido.
Cuando el aceite esté caliente (empiece a humear) se baja un poco el fuego y se añaden los lomos, para freírlos por tandas.
Se dejan por un lado unos instantes y, cuando estén dorados se les da la vuelta para que se hagan por el otro lado.
Se ponen a escurrir sobre un plato con papel absorbente de cocina y se sirven de inmediato acompañados de la salsa mayonesa.